Los regantes del Páramo Bajo iniciarán movilizaciones para exigir la dimisión de la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, María Jesús Lafuente, a la que acusan de haber roto de forma unilateral los acuerdos vigentes durante los últimos 30 años respecto al riego, imponiéndoles ahora unos costes de los que quedaron exentos por parte del Gobierno hace 30 años, y que supondría una subida de precios del 173%.
En dos multitudinarias asambleas, celebradas ayer en Laguna de Negrillos y Roperuelos del Páramo, el presidente de la junta de gobierno de la Comunidad de Regantes, Herminio Medina, recordó cómo el acuerdo que la actual presidenta “dice ahora que no tiene validez” fue aceptado por los anteriores 9 presidentes de la CHD.
Esto fue así, explicó, porque en su día, cuando se iba a hacer la obra del pantano de las Omañas –que incluso llegó a salir a licitación y a adjudicarse–“el Ministerio de Medio Ambiente dijo que no iba a inundar un valle cuando había agua suficiente”, planteando como alternativa la estación de bombeo de Villalobar. “Nosotros nos manifestamos, y está en la prensa, porque queríamos el pantano, y nos dijeron que o esto o nada, nos lo impusieron”, rememoró Medina, quien continuó narrando que, entonces, pusieron como condición que el coste de regar con esta propuesta del Gobierno “no se repercutiera a los agricultores, que nos costase lo mismo que si hubiésemos hecho el pantano”.
El rechazo a ese acuerdo que fue recogido en toda la prensa de la época –cuyas noticias se leyeron ayer en las asambleas– llevó a Medina a dedicar palabras muy duras hacia la presidenta de la CHD: “No sabe ni lo que es el regadío, no sabe ni poner las botas y venir al campo, no sabe ni coger una panoja de maíz”. La actitud de la que definió como “una presidenta metida en una oficina” la contrapuso a la de algunos de sus antecesores, que no dudaron en personarse en la zona cuando había algún problema.
Igualmente, la acusó de ser “un muñeco de paja, que la pusieron ahí y le dicen lo que tiene que firmar”, pero que es “incapaz de dar un puñetazo en la mesa cuando hay que darlo”.
Para Medina, detrás de todo esto hay una clara intención: “Nos quieren echar del campo y que esto vuelva a quedar de secano”, advirtió, visiblemente enfadado, al tiempo que remarcaba a los asistentes que “sin regadío no hay futuro”.
El responsable de la Comunidad recordó que los agricultores ya cumplieron su parte, realizando la modernización del regadío, con importantes inversiones. Y por eso advirtió de que “no vamos a consentir” que se echen por tierra esos acuerdos que tanto costó conseguir. “Tenemos que ir a la calle no una vez, ni dos, ni cinco: las que hagan falta”, continuó Medina, quien tuvo serias palabras para el PSOE, reprochándole que “nos metió en esto (en referencia a la estación de bombeo), así que ahora que nos saque”.
A la vez que se desarollarán las movilizaciones –para las que Medina pidió, entre aplausos, la participación de todos–, la Comunidad de Regantes luchará también por la vía judicial para exigir a la Confederación que respete este acuerdo, algo que ya está en manos de los abogados.
La Comunidad de Regantes de Páramo Bajo cuenta con unos cinco mil propietarios y 900 regantes, en una extensión de 24.000 hectáreas, repartidas por 37 pueblos y dos provincias. Pero, sin duda, un hecho muy destacable es la elevada presencia de jóvenes, muy superior a la de otras zonas, que ahora se juegan su futuro, según Medina.
“No pueden arruinar a los jóvenes que están en el campo, que se han quedado aquí y han empeñado mucho dinero para trabajar el campo... En pueblos como San Pedro de las Dueñas o Moscas del Páramo hay muchísimos jóvenes”, manifestó, al tiempo que destacaba de estos nuevos agricultores su capacidad de asumir todos los varapalos del sector “y siguen adelante trabajando”, pero –insistió– “lo que no pueden es perder dinero, y esto no lo entienden Confederación o no quiere entenderlo”.
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