Los regantes del Páramo Bajo están “hartos”. Tras un año negociando con Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para que respetara los acuerdos que han estado vigentes treinta años, se han encontrado con el que organismo estatal ha ignorado totalmente sus peticiones y les acaba de imponer unas tarifas que suponen una subida del 173% respecto a las que venían abonando.
“Resulta que hemos estado todo el año hablando, negociando, y al final no sé si eran negociaciones o una tomadura de pelo para andar mareándonos”, explica el presidente de la Comunidad de Regantes, Javier Alonso. El enfado es evidente. Y es que, al no respetar el acuerdo, se encuentran ante un “agravio comparativo” respecto al resto de comunidades de regantes, ya que “pasaríamos a pagar lo mismo dos veces”.
Para entender lo que sucede, hay que retroceder a los años 90. Por aquel entonces, los regantes del Páramo Bajo buscaban una concesión de agua del pantano de las Omañas. Para no sobreexplotar este embalse, el entonces presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José María de la Guía, les propuso una alternativa: que aceptaran regar mediante una elevación de agua en Villalobar, y a cambio quedarían eximidos del pago de los costes de energía de la estación de bombeo, que nunca se repercutirían a los agricultores.
El acuerdo se respetó durante 28 años, hasta que llegó la actual presidenta, María Jesús Lafuente, quien “desde el primer momento quiso repercutirnos ese coste eléctrico, invalidando el compromiso adquirido por la CHD”, explica Alonso.
El presidente de los regantes insiste una y otra vez en recordar que el riego desde Villalobar “fue una alternativa de Confederación, no lo pedimos nosotros, que nosotros lo que queríamos era regar de las Omañas y aceptamos ese acuerdo que ahora rompe de forma unilateral”.
Acatar lo que ahora impone el organismo estatal supone “pagar dos veces” por el movimiento del agua: en Villalobar, y en las fincas, dejando en clara desventaja a los agricultores del Páramo Bajo, que ya de por sí están viviendo momentos muy complicados por la crisis del cereal, el cierre de la Azucarera, y el elevado coste de los insumos.
Los regantes se están avisando unos a otros a través de mensajes de Whatsapp, donde el presidente de la Junta de Gobierno de la Comunidad, Herminio Medina, insiste en que de ello depende el futuro de 37 pueblos.
En el mensaje para convocar a los agricultores –que sólo a este periódico llegó por cinco vías, lo que da una idea de la preocupación existente– se alerta de que el resultado de romper el compromiso “es gravisimo: una subida del 173% en el canon y tarifa de CHD que pone en riesgo nuestras explotaciones, la modernización que hemos cumplido y el futuro de 37 pueblos”.
Esta mañana, los regantes se reunirán en asamblea a las doce en la Casa de Cultura de Laguna de Negrillos, y por la tarde en el polideportivo de Roperuelos del Páramo, a las cinco en punto, para decidir las acciones a emprender.
Además, tal y como adelantó Alonso, cuentan con el apoyo de todas las organizaciones profesionales agrarias con representación en el Páramo Bajo –COAG, ASAJA, Ugal-UPA y UCCL–, como les manifestaron en una reciente reunión.
Habrá que esperar a última hora de la tarde para conocer la decisión tomada, pero, tras un año entero “por las buenas”, no descartan emprender incluso acciones judiciales contra el incumplimiento de un compromiso histórico.
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