Las ‘no fiestas’ devuelven la alegría a San Esteban tras el incendio que obligó a suspender los actos

El pueblo recupera varios de los grupos que iban a actuar y que hubo que posponer porque estaban desalojados
|

Incenfiosanesteban11agosto
El fuego entrando en San Esteban de Nogales el pasado 11 de agosto

El pasado 11 de agosto San Esteban de Nogales  empezaba a vivir una de las pesadillas más duras de su historia reciente. El incendio que cercó por completo el pueblo obligó a desalojar a todos sus vecinos y dejó en suspenso unas fiestas de la Asunción que estaban ya a punto de celebrarse. La plaza, que debía llenarse de música y baile, se convirtió en un lugar de miedo y espera.

Sin embargo, del mismo modo que supieron resistir frente a las llamas, los vecinos han querido plantar cara a la tristeza con una idea original: las llamadas “no fiestas”. El nombre nació casi de forma improvisada, al buscar una fecha alternativa para los grupos musicales que ya estaban contratados y a los que había que abonar igualmente su actuación. De esa necesidad surgió una oportunidad: devolver la alegría al pueblo apenas mes y medio después de la catástrofe.

La programación comenzó el pasado fin de semana y continuará estos días con propuestas para todos los públicos. Este viernes, a partir de las once de la noche, el grupo Efecto 2000 llenará el escenario con su espectáculo Remember Pop, un viaje musical por los grandes éxitos de los 80, 90 y 2000. Tras ellos, la banda leonesa Ciudad Tributo seguirá animando la madrugada con clásicos del pop español.

El sábado será el turno de los más pequeños, con hinchables en la plaza desde las cinco de la tarde. Ya por la noche, la macrodiscoteca móvil Rave pondrá el broche de oro a estas “no fiestas” que quieren ser mucho más que una celebración: un símbolo de que San Esteban de Nogales sigue en pie.

Porque si hace apenas unas semanas los jóvenes del pueblo se volcaron en defender las casas frente al fuego, hoy el mismo escenario que fue evacuado por las llamas se convierte en lugar de reencuentro, música y esperanza. Una manera sencilla, pero poderosa, de transformar el recuerdo del incendio en una celebración de vida compartida.

Comentarios