ENTREVISTA A CRISTINA RAMOS, HIJA DE ALIXANO Y RESIDENTE EN CANADÁ DESDE HACE 14 AÑOS

Cristina Ramos: "Siempre que visito España me gusta volver a Alija porque es como volver a mi infancia"

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Cristina Ramos, en el lejano rincón de Canadá donde vive desde hace 14 años

Se llama Cristina Ramos, pero aquí, en el pueblo, la conocen como la hija de Lini y la nieta de "Mina Pendón". Aunque nacida en Benavente hace 43 años, su infancia huele a pan de hogaza, a tardes de verano en La Vizana, y a los flanes de su abuela. Confiesa que la entrevista le ha dado "mucha morriña" y le ha hecho recuperar recuerdos que tenía en la mente pero que creía olvidados.

Las 9 horas de diferencia entre su residencia en Whitehorse, Yukón (Canadá) y la Alija natal de su padre, no son impedimento para que, gracias a las nuevas tecnologías, nos cuente un poco de su vida como "Alixana por el mundo", inaugurando así esta nueva sección, patrocinada por el Ayuntamiento de Alija de Infantado.

 

-¿Cuántos años llevas viviendo en Canadá? 

14 años

-¿Cuál fue el motivo de tu marcha?

Quería mejorar mi nivel de inglés y tener la experiencia de vivir en el extranjero, en una cultura diferente. Mi plan inicial era pasar un año en Canadá y luego volver a España, pero al final, una cosa trajo a la otra, y decidí quedarme. 

-Tu conexión con Alija del Infantado viene por tu padre, y tengo entendido que pasabas aquí los veranos… ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tienes del pueblo?

Mi recuerdo más bonito es pasar las tardes de verano en el río con mi familia y terminando cenando o tomando algo en el puente de la Vizana. 

-¿Y lo que más echas de menos de la vida aquí?

Cuando pienso en Alija, siempre echo de menos cosas como el delicioso pan de hogaza, las magdalenas caseras de pueblo, y los huevos frescos que compraba mi abuela para hacernos su famoso flan que duraba menos de 5 minutos en la mesa... Ir a pasear al monte con mi padre y sus perros de caza, despertarme por la mañana con el canto de los gallos, las reuniones familiares de primos y tíos en casa de mi abuela y en la bodega... Y sobre todo, echo de menos a mi abuela Mina, que ya falleció. 

"DE ALIJA Echo de menos cosas como el delicioso pan de hogaza, las magdalenas caseras y los huevos frescos con que mi abuela hacía su famoso flan que duraba menos de 5 minutos en la mesa"

-De lo que recuerdas, ¿cuál es o era tu rincón favorito en Alija?

La Plaza Mayor es mi rincón favorito. Tengo muy buenos recuerdos ahí jugando cuando era pequeña y celebrando las fiestas del pueblo en verano, montándome con mis tíos en “el pulpo”, bailando “Paquito el chocolatero” con todo el pueblo, etc. 

-¿Cuándo fue la última vez que estuviste, aunque fuese de visita rápida? 

Mi última vez en el pueblo fue en 2019. Fui con mi padre a visitar a mi abuela a la residencia de ancianos y a mis tíos y primos, que hacía mucho que no veía.  Fue una visita muy emotiva y disfruté mucho con mi padre, viendo rincones viejos y nuevos del pueblo. 

-¿Mantienes contacto con alguna gente del pueblo?

La verdad es que no tengo muchos contactos en el pueblo, solo mantengo contacto con mis primos y otros familiares por las redes sociales. 

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Cristina, detrás de su padre Lini y de su hermana pequeña Silvia, encima de la moto, en uno de sus muchos paseos por Alija

-Ahora, pasamos a hablar un poco de lo que es tu vida en Canadá. ¿Cómo es tu día a día?

Me encanta vivir en Canadá. La ciudad en la que vivo se llama Whitehorse, en el territorio de Yukón, muy cerquita de Alaska. Tiene unos 35.000 habitantes y la vida aquí es muy tranquila.

Es una zona muy remota, ¡pero la naturaleza y las montañas en los alrededores son increíbles! Me encanta pasar mi tiempo libre haciendo senderismo y bici de montaña en verano, y esquí y raquetas de nieve, en invierno.

Los inviernos son muy fríos y largos, pero con la ropa adecuada se puede hacer de todo, y desde abril hasta agosto podemos ver las auroras boreales. Los veranos son cortos, pero tenemos muchas horas de luz al día, lo cual ayuda a exprimir los días de verano al máximo.

Muchos pueden pensar que al vivir en un sitio remoto es más difícil hacer amistades, pero mi experiencia es todo lo contrario. Este sitio ofrece muchos eventos y espacios de encuentro que ayuda a fortalecer los lazos entre la gente y crear un sentido de pertenencia. Sin duda alguna, lo que más me gusta de vivir aquí es la naturaleza y la sensación de conexión social en la comunidad.

-¿En qué consiste tu trabajo?

En los últimos años he trabajado en puestos administrativos del Gobierno, pero hace dos años decidí hacer un cambio laboral radical y actualmente trabajo como Paramédico, es algo similar a Técnico en Emergencias Sanitarias en España.  

Mi puesto es itinerante, en los pueblos del territorio de Yukón y cada semana trabajo en un pueblo diferente. Es un trabajo estresante, pero muy satisfactorio al mismo tiempo y me está permitiendo aprender mucho sobre las culturas Indígenas de Canadá. 

"Si comparamos a los canadienses con la gente de Alija, yo diría que les falta espontaneidad, sentido del humor irónico, y un poco de 'gracia' y alegría"

 -¿El carácter de la gente de tu país de residencia es muy diferente del de España en general y Alija en particular? ¿Te aporta algo diferente el ser de aquí?

Sí, los españoles y los canadienses somos muy diferentes. 

Después de 14 años viviendo aquí ya me he acostumbrado a la cultura, pero al principio me costó un poco adaptarme. No me gusta mucho generalizar porque la verdad es que me he encontrado de todo en este país, pero en general se puede decir que los canadienses son muy educados, respetuosos y amables, pero también pueden resultar poco espontáneos y un poco reservados. Lleva tiempo hacer amistades y llegar a conocerlos de verdad. Si les comparamos con la gente de Alija, yo diría que les falta espontaneidad, sentido del humor irónico y un poco de “gracia” y alegría. A mí me dicen muchas veces que soy muy amigable y sonriente y creo que eso me viene de mis raíces españolas. En general los españoles somos conocidos internacionalmente como una de las culturas más amigables. 

-Si tuvieras que hacer una mezcla entre lo mejor de ambos sitios, ¿cómo sería ese hipotético lugar?

¡Me encanta esta pregunta! La verdad es que sería un lugar muy parecido a España, con sol, playa, montaña, naturaleza, con mucha riqueza cultural, gastronomía espectacular y con algunos elementos añadidos: más zonas remotas y tranquilas, un buen mercado laboral con salarios decentes, niveles bajos de paro, donde se ofrecen más facilidades a los autónomos, hay mejor conciliación familiar y donde es posible convivir de manera tolerante y respetuosa con gente de diferentes culturas, religiones, inclinaciones políticas, de género, etc. 

 -Y ya por último, ¿te gustaría volver al pueblo? Y, si volvieses, ¿qué es lo primero que harías?

Hoy por hoy, me gusta mi vida en Canadá y no me planteo volver a vivir a España a corto plazo, pero siempre que visito a mi familia en España, me gusta volver a Alija con mi padre y saludar a la gente del pueblo. Es como volver a la infancia, porque muchos de ellos me siguen llamando “la niña mayor de Lini” o la nieta mayor de ¨Mina Pendón¨.

 

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