Jiménez de Jamuz trabaja sin descanso para recuperarse de la devastadora tormenta

Los daños ocasionados por la tormenta y el granizo caídos el pasado viernes sobre Jiménez de Jamuz han alcanzado tal magnitud que el municipio continúa sin poder recuperar la normalidad.

El Ayuntamiento de Santa Elena sigue trabajando intensamente para devolver la actividad cotidiana lo antes posible, aunque reconoce estar sobrepasado por la dimensión de los destrozos.

Uno de los puntos más problemáticos es la recuperación de las piscinas municipales. El sótano que alberga todo el sistema de depuración quedó completamente inundado, obligando al Consistorio a centrar sus esfuerzos, en primer lugar, en la evacuación del agua acumulada. “Lo primero fue achicar el agua; lo segundo, limpiar; lo tercero, peritar y valorar los daños; y ahora estamos viendo cómo solucionarlo”, explicaron fuentes municipales.

La situación de las depuradoras es especialmente delicada. El agua no solo dañó los equipos, sino que también alcanzó el cuadro eléctrico, por lo que la recuperación podría resultar más compleja de lo que se preveía inicialmente. Es probable que sea necesario sustituir algunos elementos y acometer reparaciones de diversa consideración antes de poder reabrir la instalación.

Los trabajos de peritaje todavía no han concluido, ya que la tormenta dejó un rastro de destrucción en otros muchos puntos del municipio. Así, el pabellón de deportes permanece completamente cubierto de barro, mientras que el muro del colegio, que se desplomó sobre la calzada —como ya adelantó este periódico el viernes—, sigue obligando a mantener cortada la calle. El Ayuntamiento trabaja para despejar la vía y reabrirla al tráfico cuanto antes.

En el Alfar Museo, aunque las aguas también llegaron a afectar algunas zonas, los daños han sido menores y se espera que pueda abrir sus puertas con normalidad este jueves, favorecido por las altas temperaturas de los últimos días que han acelerado el secado.

A todo ello se suman los numerosos desperfectos registrados en viviendas particulares y negocios del municipio, cuyos propietarios tratan, poco a poco, de volver a la normalidad en medio de la incertidumbre.