Un año más, y como manda la tradición, los quintos de Arrabalde despidieron 2024 armados con sus cubos de agua y cal, para mojar y pintar a todo el que se cruzaban por la calle.
Esta costumbre ni se sabe cuándo comenzó, pero los mayores del lugar la recuerdan de siempre, cuando las "quintadas" eran muy superiores en número a las de ahora, y cuando sí que no había piedad de manchar de arriba abajo a los transeúntes... Ahora, a las personas mayores sólo se les pintan y mojan los zapatos, pero más de un joven acaba "duchado" en pintura.
Antiguamente, después de "chispiar" a los vecinos por la tarde, los quintos se cambiaban para ir a visitar a los Silvestres del pueblo, que les invitaban a bollos, pastas y aguardiente. Pero ya no queda ninguno... En cambio, sí hay Manueles, y el día 1, siguiendo con otra tradición, los quintos que se levantaron a tiempo –otros quedaron durmiendo la resaca– fueron visitanto las casas de los vecinos con este nombre, que celebra su onomástica el primer día del año.
Esta costumbre la repetirán el día de Reyes con los Melchores, Gaspares y Baltasares, que les esperarán en sus casas con bollos, pastas, coñac y hasta con sopas de ajo.
¡¡Un aplauso para Arrabalde por mantener vivas las tradiciones!!
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