La llegada de mayo llena de vida los pueblos del norte de Zamora, donde la tradición del izado del mayo sigue más viva que nunca. Jóvenes y mayores se reúnen para mantener costumbres que ni las ciudades con sus comodidades pueden igualar. Desde Maire de Castroponce hasta Alcubilla de Nogales, pasando por Arrabalde, Coomonte o Fresno de la Polvorosa, los vecinos se han volcado para plantar sus mayos, unos con más altura, otros con más simbolismo, pero todos con el mismo entusiasmo. Porque en esta tierra, cuando llega mayo, el calendario no se lee: se levanta.
Cientos de personas pasaron una tarde inolvidable, en la tradicional romería de La Vizana, junto al puente romano que lleva el mismo nombre. Juegos como la cucaña y el tanguillo siguieron a una comida popular a la que asistieron tanto desde Alija como desde Coomonte, para participar en una romería que lleva más de un siglo celebrándose. Sin duda, una tarde inolvidable.