Los pueblos del norte de Zamora pueden presumir de mantener vivas las tradiciones. Cuando "toca", los jóvenes se vuelcan y acuden al pueblo. Porque, por muchas comodidades y diversión que brinden las ciudades, hay costumbres con las que no pueden competir. Y una de ellas es, por supuesto, el mayo.
Durante todos estos primeros días del mes, son varios los pueblos que han "plantado" o "colgado" el mayo, como cada uno prefiera en su jerga, y siempre hay piques por ver cuál es el más alto. Parece que este año, la palma se la lleva el de Maire de Castroponce. Su alcaldesa, Evangelina García Cordero, lo tiene claro: es el más alto, con 16 metros. La verdad es que impresiona, como se puede observar en el vídeo bajo estas líneas
Mucho más tempranero fue el mayo de Arrabalde, donde procedieron a "instalarlo" el 27 de abril, de forma más prudente, ayudados con máquinas, no "a pelo" como el anterior...
En Coomonte, tampoco quisieron perder la ocasión de poner su mayo, más discreto, pero con todo lo que manda la tradición. Preside este pueblo desde lo alto desde el pasado día 3.
Muy cerquita, en Fresno de la Polvorosa lograron levantar su mayo el mismísimo día 1... Pero no completo, pues la lluvia les impidió instalar en su base a "Tomasa", "Tomás" y "Tomasín", tres personajes que lucen bajo el altísimo tronco desde el día 3, en que por fin la meteorología lo permitió.
En Alcubilla de Nogales la meterología también casi hecha por tierra los planes de levantar el mayo el sábado. Pero finalmente lo hicieron. ¡Y vaya si lo hicieron! Porque allí no pusieron uno, sino dos mayos: uno para los niños, en el parque, y otro para los mayores, en la plaza.
A ver si la meteorología se porta bien y los mayos aguantan todo el mes que les da nombre, observando a los zamoranos desde las alturas.
Comentarios