La Junta de Castilla y León publicará la próxima semana una orden de declaración de emergencia cinegética por jabalí que elimina prácticamente todas las restricciones existentes respecto a la caza de este animal, y cuyo objetivo es prevenir la llegada de la peste porcina africana a la comunidad, reduciendo de forma importante la población de estos animales salvajes.
La orden ha sido acordada entre las consejerías de Medio Ambiente y la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y en principio se aplicará hasta finales de enero, aunque podría prorrogarse, dependiendo de la evolución de esta problemática.
Tal y como explicó el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, a efectos prácticos, este “control cinegético” supone una amplia flexibilización de las normas que rigen la caza de estos animales, en todos los aspectos.
Entre los cambios principales en el ámbito de la caza sostenible, destacan la eliminación de las restricciones de cupo en los cotos, la autorización de modalidades normalmente limitadas —como rececho, aguardo, salto o caza en mano—, el uso de visores nocturnos en el aguardo, la posibilidad de realizar monterías y ganchos en cotos que antes no tenían autorización, y la alimentación suplementaria de origen vegetal para aumentar la efectividad de la caza. También se permite cazar otros suidos silvestres y sus hibridaciones, y se flexibiliza la comunicación de las capturas.
En cuanto al control de la población de jabalíes, la orden permitirá que se actúe los 365 días del año, tanto en cotos de caza como en terrenos no cinegéticos, como terrenos urbanos, zonas de seguridad y vedados. Cuando se solicite permiso, se concederá en un plazo máximo de cinco días. Además, permite las mismas modalidades autorizadas para la caza sostenible.
Fernández Carriedo insistió en que no se ha detectado ningún caso en Castilla y León, y recordó que, dentro de las medidas de prevención de la Junta, se mantiene la recomendación de que, si se encuentra un jabalí muerto, se avise al 112 de inmediato.
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