Casi cuatro décadas después de que se descubriera el segundo tesoro de Arrabalde, las excavaciones podrían regresar al Castro de Las Labradas, tras dos años de estudios no invasivos realizados por la asociación Zamora Protohistórica.
El anuncio lo realizó este fin de semana su presidente, Óscar Rodríguez, durante la charla que impartió en Arrabalde, y que supuso el punto de partida de la campaña de este año, que arranca así con la fase de difusión, previa al inicio de la intervención arqueológica, que será como muy pronto el 14 de noviembre, y que se realizará mediante tecnologías de prospección no invasivas.
No obstante, gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de Arrabalde, este año se desbrozarán algunas áreas y se procederá a una limpieza de algunas estructuras, pero sin intervenir en las mismas, sólo retirando la capa vegetal que ha ido creciendo con el paso del tiempo.
Los trabajos de este mes de noviembre se centrarán en puntos concretos de los cuatro yacimientos identificados en la sierra de Carpurias, con especial atención al de Las Labradas. Allí se realizarán vuelos con drones equipados con cámaras multiespectrales que permitirán detectar lo que se oculta bajo la tierra, centrándose en dos áreas de interés identificadas en estudios previos. “La zona del tesoro es la que más nos interesa, porque allí ya hemos visto alteraciones del terreno interesantes”, subrayó Rodríguez, quien añadió que el objetivo es identificar lugares donde, con toda probabilidad, se podrán iniciar las excavaciones en 2026.
El arqueólogo explicó que estas futuras intervenciones, aún por definir con exactitud, se prevén realizar en la parte de Las Labradas que determinen los estudios de ahora, y se desarrollarán en dos fases. La primera consistirá en un sondeo estratigráfico de diagnóstico para determinar la profundidad necesaria hasta llegar a las estructuras y así poder planificar la duración de la campaña y su programación. La segunda fase, que podría llevarse a cabo hacia el verano, incluirá un sondeo más amplio, de dos por dos o cuatro por cuatro metros. “Las Labradas es un yacimiento muy grande y necesitamos afinar bien dónde excavar para poder extraer la mayor información posible”, remarcó Rodríguez, quien insistió además en que el alcance va a depender de la “viabilidad económica”, es decir, de los apoyos que reciba el proyecto.
El arqueólogo experto en esta sierra de Carpurias, a preguntas del público, aseguró que no cree que puedan aparecer más tesoros, ya que el hallazgo de dos ya supone algo bastante improbable, por lo que “la posibilidad de que se encuentre otro es difícil”. Sin embargo, tras dos años de trabajo en la zona, está convencido de que sí habrá otros hallazgos muy interesantes sobre el pasado de este rincón de Zamora que podrán ayudar a definir un poco mejor qué fue lo que sucedió en el pasado en este importante asentamiento de la Edad de Hierro que, por razones que se desconocen, dejó enterradas sus joyas “con el propósito de ocultarlas para volver a por ellas”, pero nunca regresó..
Volviendo a la campaña de este año, y además de Las Labradas, Óscar Rodríguez explicó los trabajos a desarrollar en los otros yacimientos. Así, en la zona conocida como el Marrón por ser éste el nombre que se le ha dado a la torre en ruinas que allí se ubica, los trabajos se centrarán en una tramo donde conviven dos formas de cerramiento diferentes que podrían corresponder a distintas épocas, razón por la que se quiere estudiar. Para ello, la intención es limpiar de vegetación estos tramos además de realizar fotografía y fotogrametría.
Respecto a la tercera zona, conocida como La Mina II o castellum, es, para Óscar Rodríguez, la que “más incógnitas presenta de toda la sierra”, a pesar de ser la más pequeña. Lo único que indica la existencia de este asentamiento son los restos del muro, donde una de las piedras muestra una especie de “cazoleta”. La zona se limpiará también de vegetal.
Por último, en el yacimiento conocido como La Mina, se estudiará la puerta de acceso al recinto fortificado. “Queremos saber más de esa puerta porque es clave para la determinación de este yacimiento, porque éste sí parece romano”, explicó el arqueólogo, refiriéndose a un tipo de puertas propias de los campamentos romanos “estivos”, es decir, aquellos que no eran permanentes. “Son hipótesis que necesitamos comprobar”, insistió.
A partir del 17 de noviembre se organizarán visitas concertadas a las que podrán apuntarse todos los interesados mediante un formulario que se subirá a internet. La campaña concluirá con una jornada de puertas abiertas el 29 de noviembre.
Otro aspecto muy interesante de los estudios que está llevando a cabo Zamora Protohistórica es que, gracias a todo el trabajo realizado y al que se sigue ejecutando, se puede visitar virtualmente los yacimientos de la sierra de Carpurias en el Museo Virtual del Patrimonio Arqueológico Zamorano (MVPAZ), con una sala dedicada íntegramente a esta zona, visita que se podrá ampliar con los nuevos hallazgos de la campaña que acaba de comenzar.
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