Como ya es tradición, el inicio del mes de mayo en esta zona de León viene marcado por numerosas celebraciones, de índole religiosa pero que tiene también sus momentos para la música... e incluso para las motos.
Éste último es el caso de Felechares de la Valdería, donde el XXXIX Campeonato de Motocross atrajo a un numeroso público de toda la comunidad de Castilla y León, para disfrutar a tope de una tarde de domingo marcada por el rugido de los motores sobre dos ruedas.
A pesar de la lluvia inicial, que hizo que los pilotos se "embarrasen" incluso más de lo habitual, los aficionados no quisieron perderse los saltos y velocidad sobre dos ruedas de los participantes, en un campeonato que, año tras año, gana nivel.
Este evento deportivo se enmarca dentro de las fiestas en honor a Santa Elena, donde el mismo domingo tuvo lugar la romería hacia la ermita, con una procesión donde el colorido de los pendones, así como la devoción y la elevada presencia de los jóvenes del pueblo, fue la nota dominante.
Al finalizar la procesión, a la que asistió prácticamente todo el pueblo, se celebró la tradicional misa solemne ya en la ermita, para, acto seguido, disfrutar de la sesión vermut con baile.
Los pendones también pudieron verse en Genestacio de la Vega, en su fiesta del Cristo de la Vera Cruz, donde los colores de estos emblemas llenaron el cielo como una semana antes lo hacían en Quintana.
Esta importante fiesta de Genestacio también tiene su ramo de roscas y roscones, que fue ofrecido y cantado al Cristo un año más, además de ser portado por las mozas del pueblo, como manda la tradición
Fiestas del Cristo fueron también las de Alija del Infantado, en las que el sábado tuvo lugar la procesión de regreso a la ermita, con la imagen del Bendito Cristo acompañado por la Virgen, y numerosos fieles.
A la llegada a la ermita en procesión para devolver al Cristo a su lugar, se celebra la tradicional subasta, que este año fue aún más emotiva que de costumbre. En esta subasta, el feligrés que gana tiene el honor de llevar al Cristo en brazos para cruzar la puerta y "entrarlo" al templo. Pero en esta ocasión no fue uno, sino dos, pues tras una subasta reñidísima en que se alcanzaron los 1.450 euros, el ganador quiso compartir el "premio" con la mujer que estuvo, hasta el último momento, pujando por él. Ambos, juntos, metieron al Cristo en la Ermita, entre los aplausos emocionados de los numerosos asistentes.
Sin duda, el inicio de mayo en los pueblos ha sido muy emocionante, festivo, y con eventos para todos los gustos.
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