El pasado domingo fue un día muy grande para Quintana del Marco, que volvió a celebrar su tradicional Pasquilla, en el que fue su segundo año desde que recibió la declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial.
La plaza del Salvador se quedó pequeña para acoger a cientos de personas llegadas de todos los rincones de la provincia, así como de los pueblos cercanos de Zamora y de Palencia.
En total, fueron 15 pendones más unas cinco pendonetas los que acompañaron a la Virgen de Secos en procesión desde la Iglesia hasta la carretera principal, y de nuevo a la Iglesia, en una comitiva que incluía también el magnífico y precioso ramo de roscas, las mozas, y algunos pequeño tronos con imágenes dimunutas de otros santos, portados por los niños.
El paseo entraño bastantes dificultades pues, si bien el día era soleado, había bastante viento, lo que puso a prueba la destreza de los pendoneros en más de una ocasión, máxime porque, cada vez que se acercaban a una línea de alta tensión, precisaban bajar el pendón para poder cruzar por debajo, y luego volver a levantarlo. Pero no se produjo ningún percance, y algún valiente hasta se atrevió a "bailarlo".
Previamente, se inició la celebración dentro de la Iglesia del Salvador, y, mientras en su interior se rezaba el Rosario, los pendones iban tomando la delantera, para que pudiera salir en fila la procesión completa.
Ya en la carretera, las mozas del pueblo cantaron el ramo bajo un sol de justicia, pero no por ello perdieron su alegría en esta fiesta tan colorida y tradicional. Como tampoco las roscas del ramo perdieron el azúcar, que aguantó hasta el final sin derretirse... Porque el final fue ése: la subasta del ramo, de nuevo en la Iglesia, en una puja en la que el dinero recaudado se destina a mejorar la propia imagen de esta querida y venerada Virgen de Secos.
Os dejamos una galería de imágenes de la Pasquilla de Quintana en este enlace
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