Cerca de quince años estuvieron las palmeras acompañando al histórico Castillo de Alija del Infantado, pero hoy mismo se despidieron de este monumento, para devolverle todo su esplendor y protagonismo, y que los visitantes puedan disfrutar de la majestuosidad de su arquitectura.
De esta forma, el Ayuntamiento conservará los alcorques en el suelo, pero plantará en ellos arbustos autóctonos que solicitarán a la Diputación de León, de su vivero de plantas para este fin.
Según explican desde el gobierno municipal, "tantas palmeras y tan alejadas de su hábitat" es algo que a las visitas al castillo les llama la atención. "Habían crecido tanto que se llevaban todo el protagonismo", añaden desde el Ayuntamiento.
Lo mejor de todo es que esta operación se hace con un coste cero para los vecinos de Alija del Infantado, ya que las palmeras han sido retiradas por los propios empleados del Ayuntamiento, y los arbustos con que serán reemplazadas son donados por la Diputación, como se ha señalado más arriba. "Serán arbustos con una estética más modesta y cercana a la flora autóctona", comentan desde el Ayuntamiento, pues el objetivo es aportar un "toque verde" pero sin restar protagonismo al castillo.
Lo cierto es que ya desde hace unos años, las palmeras no dejaban apreciar la arquitectura del castillo, que ahora luce en todo su esplendor, testigo de siglos de nuestra historia. Cabe recordar que el Castillo Palacio de los Pimentel se trata de un monumento de la segunda mitad del siglo XV o principios del XVI, pero en cuyo interior conserva las ruinas del Palacio de los Ponces, cuya primitiva construcción se remonta al siglo XIII. Sin duda, una joya de nuestra historia digna de ser admirada, sin obstáculos.
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