La "vía libre" a la caza de jabalís abre un debate entre los cazadores

La orden de declaración de emergencia cinegética por jabalí aprobada por la Junta, y que se publicó este mismo viernes en el Bocyl, ha desatado un intenso debate entre los propios cazadores, que en lo único que se ponen de acuerdo es en un hecho contrastado: la superpoblación que existe de estos animales.

Mientra unos creen que la “caza indiscriminada” de jabalís es “peligrosa” por las consecuencias que tendrá a largo plazo, otros consideran que es una medida muy buena para atajar el problema, ante una situación que califican de “descontrolada” por la cantidad de estos animales que hay en estos momentos, que han llegado incluso a las ciudades.

Entre los primeros, hablamos con Aurelio Linares, presidente del coto de Jiménez de Jamuz, quien se muestra totalmente contrario a esta orden que califica de “crimen, porque se va a acabar con todos los animales”. Este cazador admite que hay “mucha densidad” de población de jabalíes, pero considera que la decisión de la Junta es “abrir la mano demasiado”.

Según Linares, cuyo coto supera los 60 cazadores, se está dejando todo en manos del sentido de la responsabilidad de los cazadores, “pero no todos somos igual de responsables”, subraya, algo en lo que coincide con Teodoro Fernández, presidente del coto de Santa María de la Vega, con unos 40 socios.

Defensor de un “término medio”, este cazador zamorano cree que se puede flexibilizar la caza del jabalí pero “de manera regulada, porque esto que han hecho es pasar de un extremo a otro. Ahora vale todo”. Algo que, advierte, a largo plazo puede traer consecuencias. “¿Se puede matar todo? ¿Crías, madres, todo lo que salga? Porque, lo que veo en la ley, es que se puede utilizar todo y disparar a diestro y siniestro”, manifiesta.

Teodoro Fernández sí ve necesario que se reduzca la población de jabalíes, aunque con unos límites, y hace un llamamiento a la sensatez, aunque entiende que existan otro tipo de opiniones, “porque si le preguntas a un agricultor, no quiere que haya ninguno, y es lógico, claro”.

Esta es la postura de Felipe Casado, presidente del coto de Quintana del Marco, quien ve “genial” la orden de la Junta, y considera que es la forma de lograr un equilibro en una especie cuya proliferación se ha “descontrolado”. 

Un problema grave para el sector porcino

“En esta zona yo nunca en mi vida vi tanto jabalí. Te bajan 60 de golpe”, asegura, al tiempo que alerta sobre la complicada situación que vive el sector ganadero porcino, al paralizarse todas las exportaciones de cerdo desde nuestro país, que es el primer exportador de Europa de este carne. En este sentido, Casado advierte del riesgo de que la peste porcina llegue a Castilla y León, y recuerda que la mixomatosis de la liebre, que empezó en Extremadura, sólo tardó dos meses en llegar aquí. “Como esto de ahora se propague... No sé cómo va a sobrevivir el sector. Y entonces sí que habrá un problema muy gordo”, subraya.

Coincide, eso sí, en hacer un llamamiento al sentido común. “A mí, si me sale un rayón, la escopeta la levanto. Y el que es cazador de verdad, es así”, afirma. Además, el presidente de este coto con cerca de 60 socios, cree que el hecho de que se eliminen las restricciones no significa que “vayamos a pedir 25 cacerías, que somos cazadores y sabemos que eso no tiene sentido”.

Esta opinión sobre la peste porcina no la comparte Aurelio, quien se pregunta por qué se adopta esta medida “si el problema está en Cataluña y aquí no hay ni un caso”. Teodoro es más prudente: “Que se tomen medidas está bien, pero sin límite... ahí no estoy de acuerdo”.

Lo que está claro es que el debate está servido, incluso entre los propios cazadores, algunos de los cuales comentaban este mismo viernes que ven muy positivo que se permitan instrumentos antes prohibidos, aunque en cuanto a la “barra libre” no se ponían de acuerdo.