El obispo de León visitó este fin de semana La Antigua, Cazanuecos, Grajal de Ribera y Ribera de la Polvorosa

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, concluyó este fin de semana su primera visita pastoral a los pueblos, y lo hizo con visitas a toda la unidad de Laguna de Negrillos, a la que pertenecen distintas parroquias del término municipal de La Antigua.

El sábado, a las cuatro de la tarde,  fue recibido por un grupo de feligreses en la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, en La Antigua, para dirigirse a continuación a la parroquia de Santa Marina, en Cazanuecos, donde también tuvo ocasión de intercambiar unas palabras con los vecinos.

El domingo por la mañana, continuó con una visita a la iglesia de Santa Eulalia, en Grajal de Ribera, a las 11.00 de la mañana, y una hora más tarde, acudía a Ribera de la Polvorosa, a la parroquia de San Pelayo, donde fue recibido por el alcalde, Javier Alonso. En ambos pueblos, el obispo ofició la correspondiente misa solemne del domingo, acompañado por el párroco.

Tras la celebración, el alcalde aprovechó en encuentro para disertar sobre el magnífico artesonado mudéjar que adorna la bóveda de la iglesia de Santa Eulalia, y que forma parte de las trece piezas de la ruta de la Vía de la Plata que ahora se está potenciando desde Valcabado del Páramo. Buena parte de dicho artesonado se perdió en el derrumbe de la nave, por lo que Javier Alonso le pidió al obispo alguna fotografía anterior a este suceso, arrancando de Luis Ángel de las Heras el compromiso de trasladar esta inquietud al responsable del archivo diocesano.

Estos acontecimientos se enmarcan dentro del recorrido por el Arciprestazgo Bajo Esla-Páramo de la etapa final de la primera Visita Pastoral a la Diócesis emprendida por el obispo de León, en un periplo que comenzó en 2023 en la Catedral de León, y que continuó por la Virgen del Camino, San Marcelo y el Noroeste, para acabar este 2025 con Centro Esla-Tierra de Campos, y ahora, Páramo-Bajo Esla. Los obispos están obligados a visitar la diócesis todos los años de forma al menos parcial, de manera que en cinco años deben haber recorrido todos los pueblos al menos una vez, según el vigente Derecho Canónico.