“No estoy en la tesitura de dimitir, como me pide la concejala Cristina [Alonso], que ella quizás es lo que quiere. A los demás sí que de verdad les animo a que me hagan una moción de censura ya que cualquiera de ellos me gustaría que estuviera en el sillón y que trabajen lo mismo que yo trabajo”. Así de contundente se mostraba alcaldesa de Santa Elena de Jamuz, Carolina Castro, tras un pleno tenso y, por momentos, bronco, que puso en evidencia los enfrentamientos internos existentes en el grupo de gobierno, con un malestar patente desde hace meses.
De hecho, en esta sesión, celebrada este viernes, se tomó conocimiento de una nueva renuncia como concejal, en este caso de María Rendos –que ya no apareció en el pleno– y, además, la alcaldesa procedió a la disolución de la junta de gobierno local, leyendo un manifiesto en el punto del orden del día relativo a la comunicación de las resoluciones de presidencia, donde expuso, con pelos y señales, cómo está viviendo ella todo lo que está sucediendo en el municipio.
En su declaración, la regidora reconoció sentirse “sola, completamente sola, desde el día después de las elecciones”, y acusó a parte de su equipo de actuar por “egoísmo, poder, intereses económicos, personales y envidia”.
También criticó la falta de implicación en el municipio. “No saben de ninguna gestión, ni proyectos, ni obras que se van a iniciar o han terminado. No han gestionado nada y, lo peor, no se preocupan de nada”, denunció.
En este sentido, recordó los daños de la tormenta el 4 de julio, respecto a la que “nadie se ha interesado por los daños sufridos” y, sobre todo del incendio que llegó al pueblo el 12 de agosto, donde –afirmó– “una vez más me vi sola y me derrumbé”. Esto lo contrapuso con las ayudas de 500 euros a familias desalojadas,para las que sí “corrieron todos a solicitarlas, incluidos los concejales” y acusó a alguno de tener “la desvergüenza de requerirme para que emitiera certificados de parentesco con empadronados, la opción 3, que no he firmado para nadie”, manifestó.
Castro insistió en que nunca ha tenido “fijación por ser alcaldesa”, subrayando que, si llega el momento de marcharse, lo hará “con la cabeza bien alta”. No obstante, defendió su gestión durante estos años y pidió a los concejales que, si no están dispuestos a trabajar, al menos “no torpedeen el desarrollo del curso de esta legislatura” y permitan la viabilidad de los proyectos en marcha. Carolina Castro cerró su intervención lanzando un reto claro: “Aquí tenéis el sillón. Si no vais a hacer nada, al menos no estorbéis, porque no le interesáis a nadie”.
La lectura del comunicado –que se puede leer íntegro bajo estas líneas– estuvo interrumpida e numerosas ocasiones por la concejala Cristina Alonso, de su propio grupo de gobierno, para llamarla “mentirosa”, y del también concejal socialista Gaspar Blanco, pidiéndoles en varias ocasiones la alcaldesa que esperaran su turno. También el portavoz del PP, Vicente Bolaños, tomó el uso de la palabra para reclamar que se respetara “la legalidad” en el transcurso del pleno.
También desde el público, numeroso como no es habitual en estos plenos, se increpó en varias ocasiones tanto a la alcaldesa como a los diferentes concejales, en momentos de auténtica tensión en que tuvieron que ser llamados al orden.
En el turno de preguntas, tal y como se había anunciado, Blanco se defendió de las acusaciones asegurando que se había pasado los últimos cinco años trabajando “prácticamente solo” en el mantenimiento de las piscinas, y le recordó a la alcaldesa que, cuando los incendios, estuvo trabajando en el tractor y conteniendo el fuego en la zona de los polvorines. Llamó a Castro Murciego a la reflexión manifestando que “todo el mundo no puede ser culpable de tener problemas contigo”.
Por su parte, Cristina Alonso dedicó su turno de palabra a denunciar las “formas autoritarias” de la alcaldesa y las “mentiras” del comunicado leído al pleno. “El grupo municipal no tiene ningún sentido ya”, manifestó.
También la concejala no adscrita Ruth Murciego pidió intervenir para “defenderse” de las palabras de la regidora: “Me considero decente y no egoista; envidia no tengo, y poder no lo quiero. Y precisamente por decencia no entrego el acta”, afirmó.
El portavoz de la oposición, por su parte, pidió a la alcaldesa un esfuerzo por “tratar de conseguir la cohesión que necesitamos”.
Tras un intenso debate, en que por momentos parecían acercarse las posturas, y por momentos alejarse aún más, se planteó la posibilidad de reunirse todos los concejales unos días antes de los plenos para tratar de consensuar diferentes propuestas para los tres pueblos.
Lo que ha quedado claro es que, mientras unos piden la dimisión de Carolina Castro, ella no tiene intención de hacerlo, insistiendo en que “no voy a presentar mi dimisión porque soy la única que aparece por este Ayuntamiento y estoy muy orgullosa de mi trabajo”.
La alcaldesa también dio las gracias al partido socialista por el apoyo mostrado no sólo en el pleno de ayer, al que asistió como público el secretario de Política Municipal, Octavio González Alonso, sino durante todos estos meses, y manifestó haberse sentido “arropada” por el “cariño y apoyo” mostrado por el PSOE de León.
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