Alija recibe agosto y sus veraneantes con una velada y cena ambientadas en el Castillo

Como si de una escena de otros siglos se tratara, el Castillo de Alija del Infantado recuperó su esplendor este sábado, con una Fiesta de Verano que recordó a aquellas cenas que, tras una jornada de caza o un festejo señorial, se celebraban entre muros de piedra, con música, conversación y el cielo estrellado como techo.

El Ayuntamiento organizó una jornada festiva que sirvió también como bienvenida al mes de agosto, momento clave para el pueblo, que se llena de visitantes, familias que regresan y veraneantes que hacen suyo Alija durante unas semanas. Y no pudo haber mejor forma de abrir el mes que con un programa tan variado como festivo.

Las actividades comenzaron con la tirada de tanguillo a las 18:30 h, entre risas y buen ambiente, y continuaron a las 20:30 h con la actuación del Grupo de Sevillanas de Aurea San Juan, en la que brilló especialmente la participación de la vecina Sole, muy aplaudida por su arte y simpatía.

Pero el plato fuerte de la noche llegó, nunca mejor dicho, a las 21:30 h, cuando el castillo abrió sus puertas para acoger una cena ambientada con música en directo a cargo de los violinistas Víctor e Irene Villar, que envolvieron cada plato en una atmósfera de elegancia. 

El menú, digno de una celebración noble, incluía pastel de cabracho, langostinos con dos salsas, carrillera de ternera con guarnición y tarta de queso. Todo servido en largas mesas compartidas, con los muros del castillo como testigos de una velada inolvidable.

El ambiente no decayó. A las 23:00 h, las risas volvieron con fuerza gracias al bingo musical organizado por L@s Pájar@s Madre, que convirtió el patio de armas en una fiesta colectiva. Cada número traía consigo una canción, un recuerdo, una carcajada.

Y como colofón, el DJ Chus encendió su particular "Máquina del Tiempo", haciendo bailar a todos con un recorrido musical que fue desde los años 70 hasta la actualidad. La música se escuchó hasta bien entrada la noche, en una fiesta que no quiso cerrar la puerta a la alegría.

Con una participación masiva y un ambiente que mezcló tradición, nostalgia y celebración, la Fiesta de Verano de Alija del Infantado se convirtió en una de las grandes citas del verano. Y el castillo, una vez más, no solo fue escenario: fue protagonista de una noche para recordar.