Los propietarios de las fincas que la Comunidad de Regantes y el ITACyL pretenden expropiar para construir la gran planta solar fotovoltaica que suministraría energía al riego del Páramo Bajo denuncian la falta de transparencia y el "oscurantismo" de un proceso en el que, según manifiestan, no se les informó en ningún momento hasta última hora, negándoles siquiera la posibilidad de negociar.
"Nos mantuvieron al margen, nos enteramos apenas 15 días antes de la reunión para el levantamiento de actas previas, y algunos ni eso, y encima ahora quieren dejarnos de malos, como que somos nosotros los que impedimos algo que, según ellos, es beneficioso", explican.
Son muchas las incógnitas que ven en todo este asunto estos propietarios, que no esconden sus nombres: César, Florentino, Gregorio y Francisco José, como representantes de un numeroso grupo de los algo más de 60 afectados por las expropiaciones.
Detrás de cada uno de ellos hay, además, su propia historia personal, ligada a las tierras que ahora "nos quieren quitar": colmenas –con un proyecto de expansión ya guardado en el cajón– que desaparecerían; almendros que producen al año unos 1.500 kilos; fincas de trigo, viñedos... "No se sustentan sus argumentos. No son fincas que no se utilicen. Lo estás viendo. Y si hay alguna, ¿qué pasa? ¿Acaso eso da derecho a que me la quiten?", aseguran, a lo que César, como biólogo, añade que "ecológicamente también tienen valor. Están llenas de madrigueras de conejos, hay cernícalos, un coto de caza, setas, y hasta lagartos ocelados, una especie protegida porque quedan muy pocos... Por no hablar de una encima centenaria, entre otros árboles de gran valor".
El argumento que esgrimen es muy simple: "Si dicen que esa planta les beneficia, y ellos tienen 24.000 hectáreas, ¿por qué no buscan sitio dentro de las suyas, y quieren hacerlo fuera quitándonos las nuestras?". Es esta la razón que les tiene, abiertamente, enfadados e indignados. Explican que, si no hubiera alternativa, podrían "entender" la declaración de utilidad pública y expropiación forzosa de sus terrenos, "pero insistimos: ¿tienen 24.000 hectáreas y tienen que venir a quitarnos las 24 hectáreas nuestras? ¡No tiene sentido!".
No les sirve la "excusa" de que la planta tiene que estar en una de las cabeceras de la zona de riego, "porque en otra zona, se tira un cable de fibra óptica y ya está solucionado", afirman. Y, por eso, acusan a la comunidad de regantes de tener "otros intereses". Según ellos, esta zona industrial –la "única" que existe en Villamañán– es muy "golosa" porque está estratégicamente ubicada en un importante nudo de comunicaciones, y donde ya se han instalado varias empresas, por lo que creen que "en diez años cambiarán el proyecto de los paneles solares y montarán aquí otras cosas".
Por esta razón, a la amenaza de la comunidad de regantes que hace unos días publicaba este periódico, de llevarse la planta para Pozuelo del Páramo, responden "que la lleven, que aquí no les queremos, o a donde está la estación de bombeo. Pero, ¿por qué a nuestras tierras?".
No se trata –aseguran– del precio ofertado, sino de toda la forma de llevar a cabo las cosas, aunque el precio también es un factor que les lleva a calificar de "robo" la intención de expropiar.
Todos estos motivos ha llevado a una veintena de los afectados a acordar llevar a juicio un proceso que consideran que está "plagado" de irregularidades. "Tenemos que gastar dinero para defender nuestros derechos", afirman.
Lo más triste, según ellos, es que "si en su momento se hubiese publicitado y no ocultado, podrían haber buscado una alternativa, porque sabrían que hay una oposición potente y estarían buscando otra zona, antes de hacer el proyecto. Pero no lo han hecho porque es una abuso de poder de la comunidad de regantes, que son los que actúan de mala fe", denuncian.
La polémica, desde luego, está servida. Y, por el momento, el levantamiento de actas que debería haberse producido a finales de marzo quedó suspendido, y no se ha vuelto a celebrar ninguna otra reunión. Y parece complicado que vaya a haberla en breve.
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