En una época en que la vida corre muy deprisa, donde todo es instantáneo, y nada perdura , existe un lugar donde, cada invierno por estas fechas, el tiempo se detiene, los individualismos desaparecen, y un pueblo entero se une para dar vida y luz a la Navidad.
Se trata de Felechares de la Valdería, una pequeña localidad perteneciente al municipio de Castrocalbón, donde todos y cada uno de sus apenas 140 vecinos son capaces de apartar sus diferencias y ponerse a trabajar todos juntos para que su pueblo luzca increíblemente bonito en estas fechas tan entrañables.
Sergio y Álvaro nos acompañan en nuestra visita al pueblo. No quieren salir en las fotos. No es justo, dicen. O todos, o ninguno. Porque todos llevan trabajando en esta maravillosa iluminación desde hace un mes. Cada uno aporta en la medida que puede. Pero nadie es más que nadie: brillan todos juntos.
Antes de comenzar los trabajos, un equipo decide cómo van a hacer ese año, y toman medidas de cada plaza, de cada fachada, de cada rincón a iluminar, porque las guirnaldas de luces –de un tono dorado que hace aún más cálido, si cabe, este precioso pueblo– se encargan con la longitud precisa para que encajen a la perfección.
Una vez planificado, se reparten el trabajo, cooperando cada uno con lo que mejor sabe hacer. Allí todos pueden cumplir una función: confeccionar un elfo que vigila desde los pajares –¡y qué ancestrales y maravillosos pajares!–, doblar y moldear alambre para crear una guirnalda de calle a calle, tallar en madera las letras del pueblo, revestir de luces un arbusto con una malla... Cada uno aporta su grano de arena pero con una coordinación impresionante.
Y en la última fase, viene la colocación de todos los adornos y el encendido, en el que tampoco faltan nunca manos que ayuden a que quede todo en su lugar.
Y el resultado es, de verdad, sorprendente.
De hecho, comentan varios vecinos que se acercan intrigados a felicitarnos las fiestas que algunas personas confunden el pueblo, al ver las fotos, con alguno de los que ilumina cada año cierta marca famosa de bombones. Porque lo cierto es que no tiene nada que envidiarle: el presupuesto es infinitamente inferior en este pueblo leonés, pero las ganas que le echan los vecinos son, del mismo modo, infinitamente superiores.
Las bromas con Vigo son inevitables, desde que la ciudad gallega se ha convertido en un espectáculo de luz en Navidad. Pero la respuesta a la comparación la tienen preparada, y no les falta razón: sólo contando los lugares comunes, en Felechares se han instalado más de cien mil luces, "y son unas 400 luces más por habitante que las que tienen los vigueses", señalan, con orgullo.
Porque la iluminación navideña de Felechares es, sin duda, para estar orgullosos. Además, son conscientes del tesoro de cielo que tienen en uno de los pueblos con menos contaminación lumínica de León, y, por eso mismo, al mismo tiempo que instalan las luces navideñas, apagan el alumbrado público en esos lugares. De esta forma, consiguen, por un lado, que el gasto energético sea menor y, por otro, que el pueblo sea todavía más acogedor que de costumbre, con ese tono dorado que imprimen las luces navideñas.
Felechares de la Valdería era, hasta el año de la pandemia, un pueblo sin adornos navideños, más allá de los que pudiera poner cada uno en su casa. En las zonas comunes no había iluminación propia de estas fechas. Por esta razón, acordaron, a partir del año siguiente, empezar a cambiar las cosas
Así, 2021 fue el primer año en que crearon sus propios adornos y luces de Navidad, pero lo hicieron por grupos. No hizo falta mucho para darse cuenta de que, coordinados, trabajarían mejor. Y así lo hicieron desde el año siguiente. Y al otro, y al otro... Hasta llegar a 2024.
Sin duda, son el ejemplo de que un pueblo consigue lo que se proponga cuando trabaja unido.
Tomad nota y apuntad la visita a Felechares una noche durante estas fiestas. No os vais a arrepentir.
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