La Asociación de Coros y Danzas El Hilandón, de Alija del Infantado, ha emitido un comunicado en el que muestra su consternación "ante las quejas expuestas ante el obispado de Astorga sobre una supuesta burla a la Iglesia y sus sacramentos", en la reciente representación de la Boda Traidicional.
De dichas quejas se hizo eco este periódico la semana pasada, al salir el párroco del pueblo, Bernardino Castro Gorgojo, en defensa de El Hilandón, después de que desde altos estamentos eclesiásticos se insinuara que hacían "burla" de la Iglesia y del sacerdote.
La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre El Hilandón, que lleva, de hecho, diez años con esta celebración, sin ningún tipo de problema, y siempre desde el más absoluto respeto.
"En nuestro ánimo nunca ha estado la ofensa", remarcan desde la asociación, cuyos miembros explican que su intención es representar cómo eran estas celebraciones hasta mediados del siglo XX. Aclara que, además, si se hacen "chascarrillo" es hacia los novios o el público, y que se hace, precisamente, "para marcar la diferencia" con el sacramento real.
Igualmente, El Hilandón matiza que se interpretan diversos momentos del ritual, como la entrega de arras y anillos, los juramentos, la bendición o la imposición del yugo "con el fin de ser veraces" y enlazarlas con las "jarcas" o canciones de boda de aquella época.
"Para nosotros es un acto muy serio en donde dejamos constancia de todos los testimonios recogidos sobre los esponsales en la antigüedad", remarcan desde una Asociación que, precisamente, tiene entre sus objetivos mantener viva la memoria de la cultura y tradiciones de Alija del Infantado.
El Hilandón finaliza su escrito –que reproducimos íntegro bajo estas líneas– mostrando su respeto tanto al párroco como a la iglesia de San Esteban –donde se realiza la representación– "y por supuesto al Obispado".
«Desde La Asociación de Coros y Danzas el Hilandón de Alija del Infantado queremos expresar nuestra consternación ante las quejas expuestas ante el obispado de Astorga sobre una supuesta burla a la Iglesia y sus sacramentos durante la representación de la boda tradicional que se llevó a cabo el 29 de marzo.
En nuestro ánimo nunca ha estado la ofensa, pretendemos representar cómo se sucedían los esponsales hasta mediados de siglo xx, si bien durante la celebración se hacen chascarrillos hacia los novios o los presentes para marcar la diferencia con lo que sería un acto puramente oficial.
Con el fin de ser veraces se interpretan la entrega de arras y anillos, los juramentos entre los esposos, la bendición al matrimonio, la imposición del yugo, etc., con las particularidades de aquella época y así enlazarlas con canciones al respecto llamadas jarcas.
Para nosotros es un acto muy serio en dónde dejamos constancia de todo los testimonios recogidos sobre los esponsales en la antigüedad.
Desde este medio mostramos nuestro respeto en primer lugar a nuestro párroco D. Bernardino, a nuestra iglesia de San Esteban y por supuesto al Obispado.»
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