El Ayuntamiento de Santa María de la Vega ha querido sumarse al movimiento reivindicativo que se está repitiendo en numerosos pueblos de España, que están girando y poniendo boca abajo las señales de entrada al pueblo, para simbolizar su protesta por la situación que viven los agricultores y ganaderos, y luchar así por "darle la vuelta" a toda esta situación.
Este movimiento se inició en los Países Bajos, y continuó por Francia, hasta llegar en enero a nuestro país, a través de Cataluña y Aragón, a las que siguieron otras comunidades. Esta semana, varios pueblos de la provincia de Zamora se han sumado a esta iniciativa, y Santa María de la Vega, un pueblo eminentemente agrícola, se ha convertido en el primero de esta zona en unirse a la original pero efectiva protesta.
Al entrar en el pueblo viniendo desde Benavente, se puede ver a la entrada el cartel girado, tras ser desatornillado y vuelto a atornillar al revés, mostrando claramente el deseo del Ayuntamiento de dar la vuelta a toda esta situación.
La situación insostenible que vive en campo, y que se va a ver agravada con los acuerdos con el Mercosur, ha llevado a la Unión de Asociaciones del Sector Primario Independientes (UNASPI) a convocar nuevas tractoradas para el próximo lunes, en todas las provincias españolas.
En el caso de Zamora, los agricultores y ganaderos circularán por diversas carreteras a 20 km/hora para evidenciar su malestar. Desde esta agrupación piden a la ciudadanía que, si se encuentran con alguna de las protestas, "comprendan la importancia de preservar un sector agroalimentario fuerte, independiente y de calidad, que sigue siendo el pilar clave de nuestra alimentación y bienestar".
En el punto de mira de estas movilizaciones está el citado acuerdo de la UE con los países del Mercosur, que para UNASPI pone en grave riesgo la viabilidad del sector. Por un lado, los bienes agroalimentarios que se importarán de forma masiva de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se han producido bajo normas mucho menos estrictas que las que se exigen a los agricultores y ganaderos europeos, lo que supone una "amenaza para la competitividad" de los de aquí. Por otro lado, esos productos de los países del Mercosur no son sometidos a los exhaustivos controles sanitarios exigidos en Eurppa, lo que puede poner en riesgo la salud alimentaria de los consumidores.
Tal y como explica UNASPI esto se suman los problemas de las políticas verdes europeas, con restricciones en el uso de fitosanitarios y aplicaciones de objetivos medioambientales que incrementan los costes de producción, y que, por el contrario, no se exigen a los importados.
Precisamente todos estos agravios comparativos han llevado a la Diputación de Zamora a preparar una moción de apoyo a las reivindicaciones del sector agrario, con motivo del acuerdo de la UE y el Mercosur, que será debatida este viernes para su aprobación por parte del pleno.
La moción, firmada por todos los grupos políticos, se refiere a los motivos por los que este acuerdo, tal y como está planteado, llevará a una situación de "competencia desleal". "No es razonable que a nuestros agricultores y ganaderos se les exijan estándares rigurosos de calidad y sostenibilidad y al tiempo se permita la entrada de productos procedentes de países exentos de dichas obligaciones", subraya el texto.
Igualmente, la Diputación zamorana pide que se flexibilicen las exigencias ambientales europeas, que se eliminen trámites burocráticos y que se revise la PAC.
El organismo provincial pide al Gobierno que actúe antes de que se apruebe este acuerdo por parte del Consejo de Ministros de la UE y el Parlamento, protegiendo a nuestros agricultores y ganaderos, con medida compensatorias para los sectores y territorios afectados.
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