A Melitón Martín la vocación de artesano belenista no le vino de pequeño, sino que se la despertó su instinto de paternidad, pues comenzó con esta afición al nacer su primera hija. "A partir de ahí, sacaba ideas de los belenes que veía, hice algún curso, veía vídeos... Y al final, con los años, acabé dando clases yo", nos cuenta.
El maquetista y miembro de la Asociación Belenista Castellana de Valladolid es el autor de los tres magníficos belenes que se exponen los fines de semana de estas Navidades en la iglesia de Arrabalde. A día de hoy, efectivamente, imparte varios cursos en ayuntamientos cercanos a su localidad –Mojados, en Valladolid–, donde lo reclaman año tras año. "Lo que quiero es que el belenismo se promueva, se avance", explica, contento de que los Nacimientos vuelvan a estar en auge en los últimos años.
Hasta llegar al nivel actual, Melitón recorrió un largo camino, comenzando con belenes tradicionales, hasta ir buscando y creando su propio estilo, aplicando nuevas técnicas. "Es un mundo que ha cambiado mucho para bien, y hay gente que roza la perfección", comenta.
En su taller –al que se pueden encargar piezas llamando al 618 698 440– hace todo tipo de pruebas con nuevas técnicas y materiales, siempre buscando el realismo... Un realismo que este maestro artesano encuentra en las imperfecciones: "No me gustan las líneas rectas, el que sea todo perfecto. Si hay una teja rota, una pared caída... Es como la vida misma". De hecho, ésta es una de las razones por las que rechaza la impresión 3D, que ya ha llegado también al mundo belenista.
En cambio, Melitón Martín puede presumir y presume de utilizar materiales reciclables: cartón, forespán, corteza de árboles para hacer las montañas... Incluso, para los suelos, utiliza polvillo hecho a partir de hojas que recoge en distintas épocas del año para tener varios tonos para cada tipo de terreno.
Los belenes que están ahora expuestos en Arrabalde son "pequeños"..., según con qué se comparen. Porque la idea es poder moverlos y exponerlos, y, de esta forma, se pueden transportar con facilidad. Pero Melitón Martín hace otros belenes ¡de hasta 30 metros cuadrados! Para que se hagan ustedes una idea, en muchas grandes ciudades hay pisos de ese tamaño.
Pero, ¿cómo es el proceso de creación y ejecución de un Belén? En el caso de Melitón Martín, la inspiración le viene de lo que ve en la vida real, de manera que toma ideas de edificios que le gustan, paisajes, algunos pueblos... Cada año, realiza uno nuevo en su taller, una obra que el pueblo espera expectante cuando se aproxima la Navidad, y, aunque este año se inspiró en una ubicación real –la isla griega de Santorini– lo normal es que mezcle elementos de diversos lugares, pero todo con sentido. "Nada está puesto por casualidad", remarca.
Esto no significa que no quepa la improvisación, que por supuesto juega su papel en las obras de este artesano belenista vallisoletano. Pero todo se hace siguiendo un plan... Y un plano. Ése es el segundo paso del proceso. Así, una vez tiene claro en su mente lo que quiere hacer, se realiza un dibujo, que se lleva al tablero sobre el que se armará el Belén. De esta forma, sobre ese plano "voy levantando las paredes, las casas, les voy dando forma, revocando, pegando piedras"... Mediante esta técnica del superpuesto se va elaborando un Belén de aspecto rústico, evitando las líneas rectas, y es ahí, en esta fase, en la que Melitón Martín improvisa pero "metiéndose dentro" para darle un sentido, un fin. Por eso vemos dos señoras charlando en la plaza de un pueblo, unas palomas alzando el vuelo, o un rey mago que se aproxima por un lateral, porque todavía falta para el 6 de enero, "que luego los bajo del camello y los pongo a adorar al Niño", explica.
Más allá de los belenes, Melitón Martín trabaja estas técnicas para toda otra serie de construcciones artesanas, como las casas de hadas, que también aprenden a hacer las personas que se apuntan a sus cursos.
Para él, realizar todas estas cosas, lejos de cansarle, le relaja. No podría vivir sin su taller.
Pero si hay una historia preciosa en toda esta labor es la que vivió a raíz de una enfermedad grave que le sobrevino hace unos años. "Iba a darme sesiones al hospital y veía a los niños, y se nos ocurrió una iniciativa con la Asociación Española Contra el Cáncer, para hacer la casa del Ratoncito Pérez. Al final, ¡hicimos más de 600 puertas!", nos cuenta, emocionado, Melitón Martín, el hombre que, sin cobrar ni un euro, ha hecho posible que podamos disfrutar estas Navidades de la I Exposición de Belenes de Arrabalde... Una muestra que no podéis dejar de visitar en estas fechas, porque es una auténtica maravilla.
Abierta hasta el 6 de enero, en la iglesia de El Salvador.
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