ENTREVISTA A LUIS CENADOR, ALCALDE DE CASTROCALBÓN

"Por culpa del revuelo con la embotelladora, ahora estamos en la diana de Confederación Hidrográfica"

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Luis Cenador, alcalde de Castrocalbón

 

Basta charlar un rato con Luis Cenador para darse cuenta de que es un hombre enamorado de su pueblo, Castrocalbón, el lugar que le vio nacer y del que lleva ya varias legislaturas como alcalde. Un alcalde que, además, cumple sus promesas electorales.

Como regidor del municipio con todos los pueblos que lo integran, Luis Cenador no puede ocultar su preocupación hacia un futuro que se presenta un tanto empañado por la falta de puestos de trabajo y la pérdida de servicios. Pero, lejos de rendirse ante la adversidad, confiesa mantener intactas las ganas de trabajar.


-Aunque usted lleva ya varias legislaturas en la Alcaldía, centrándonos en este último mandato, ¿cuál es su balance hasta la fecha?
-Muchísimo más trabajo que en otras legislaturas, porque han salido cosas de las que nos han querido culpar, en las que nosotros no tenemos responsabilidad ninguna, sino que son de otras administraciones. La mayoría lo entendió pero hay un grupo de gente que no lo ha entendido.

-¿A qué tipo de cosas se refiere?
-Pues autorizaciones de la Junta de Castilla y León.

-O sea que dentro del municipio hay gente intentando dinamitar su labor...

-Hay un grupo de gente que no respeta las solicitudes de obra, no respeta las normas que nos rigen a todos... Es un grupo muy reducido, de 5 o 6 personas. Es algo que sucede de dos años para aquí, antes no pasaba.  Pero si ese grupo de gente piensa que por hacernos trabajar más nos van a quitar las ganas, al contrario. Yo tengo todo el tiempo del mundo y las mismas ganas de siempre.

Queremos ser una administración cercana a los vecinos, estar a su disposición 24/7, y tratar a todo el mundo igual. Que nadie pretenda ser diferente

-¿Cuáles son los principales proyectos que tiene en marcha para Castrocalbón y sus pueblos?
-El principal proyecto es mantener el IBI bajo, los impuestos bajos, tener unos buenos servicios de calidad dentro de lo posible,... Y, dentro de lo que tenemos capacidad, acometer infraestructuras, seguir contando con las subvenciones que salgan de las administraciones. Tenemos un IBI de los más bajos de la zona, el mínimo que nos permiten. Poco más podemos hacer, porque no queremos sangrar a los vecinos con impuestos. Y, por supuesto, ser una administración cercana a los vecinos, estar a su disposición 24/7 y tratar a todo el mundo igual. Que nadie pretenda ser diferente.

-¿Qué obras tiene en marcha o previstas a corto plazo?
-Ahora mismo la de la mejora de las piscinas municipales, porque son dos anualidades de Diputación, y también estamos con obras de renovación de calles, tanto de saneamiento como de abastecimiento. Y lo siguiente que queremos tener en cuenta es el alumbrado público. Intentaremos buscar alguna subvención europea. Ahora tenemos LED en todo el pueblo pero las farolas están muy distantes, y queremos acercarlas.

-¿Cuál diría que es la mayor problemática a la que se enfrenta actualmente el municipio?
-La falta de servicios. Nos hemos quedado sin carnicería, sin taller, sin estanco... Las personas que regentan la tienda y los bares ya tiene una edad próxima a la jubilación... Y en los tres pueblos de arriba, la Junta Vecinal de Felechares va a hacer un centro social con recursos propios, y en San Félix hay un bar, pero Calzada ya no tiene nada. Habrá días en esos pueblos que ya ni puedas hablar con la gente.

-Sin embargo, llama la atención, en los datos del SEPE, que aquí baja el paro... 
-Porque tenemos gente joven muy trabajadora, que se busca la vida, y van a La Bañeza, Riego de la Vega, al matadero, a Villadangos... Incluso hay gente que trabaja en León y va y viene a diario. Siguen viviendo aquí, y lo que debemos procurar es darles los servicios. Tenemos un gimnasio que es prácticamente gratuito–1,5€ al mes–, tenemos el pabellón, la pista de pádel, las piscinas...

-Económicamente, Castrocalbón no es de los pueblos que dependen de la agricultura...
-No, aquí habrá cinco personas en agricultura...

-O sea que su economía depende más del sector servicios, y si éstos están desapareciendo...
-Pues de los pensionistas y poco más.

Yo no quiero parques solares ni molinos eólicos: quiero que se creen puestos de trabajo a partir de los recursos que tenemos para asentar población

-¿Y puede de alguna manera convertir Castrocalbón en un lugar atractivo para las empresas?
-Las empresas tienen que aprovechar los recursos que tengamos. En La Cabrera hay pizarra y aprovechan la pizarra. En El Bierzo hay frutales y aprovechan la fruta, y minas que había carbón y lo aprovecharon. En Valdevimbre aprovechan las viñas. Y nosotros tenemos que aprovechar los recursos. Yo no quiero parques solares ni molinos eólicos ni granjas de cerdos, lo siento mucho. Si hay un recurso, hay que aprovecharlo, creando puestos de trabajo...Y así asentar población.

-¿Se refiere al agua y a la embotelladora?
-Sobre este tema desde el Ayuntamiento solo podemos decir que ellos tenían una autorización para hacer un sondeo, por cierto, de la Junta de Castilla y León, de Minas. Lo de la embotelladora entiendo que vendría después. Y hubo un grupo de vecinos que se posicionó en contra y ya veremos lo que pasa... Está judicializado.

-¿Da por perdido ese proyecto?
-Yo ahí no sé nada. Eso ya son cosas del promotor.

-Pero entonces ustedes veían ahí una posibilidad ...
-Hombre, claro. Nosotros tenemos un plan de empleo presentado por la empresa, desde un primer momento, de 20 personas y un máximo rendimiento de 80. Pero puedo decir que Trescasas, en Segovia, y Ortigosa del Monte, tiene más de 200 trabajadores, y es de Pascual. En Palacios de la Valduerna, Aguas Teleno tiene 77 personas trabajando. Y cerca de aquí tenemos un proyecto en Quintanilla de Flórez con una inversión importante de Bezoya, y hablan de cien empleos...

La gente piensa que por hacer una embotelladora se va a acabar el agua, y no es así. La embotelladora tiene una concesión de agua que le da confederación. y eso está controladísimo

-¿Y por qué hay gente en los pueblos de esta zona que van contra las embotelladoras? ¿Hay miedo a que se sequen los pozos?
-El garante del agua es Confederación. Y hay una Ley de Aguas muy clara. La gente piensa que por hacer una embotelladora se va a acabar el agua. Y no. La embotelladora tiene una concesión de agua que le da Confederación y eso está controladísimo. Además, en este pueblo hay muchos sondeos ilegales. Y por culpa de lo que ha pasado ahora, estamos en la diana de Confederación. Este año no se pudo abrir un pozo de una comunidad de regantes. Y para el año que viene nos precintan el pozo y precintan la presa, como no se constituya la comunidad de regantes. Lo he avisado en los plenos por activa y por pasiva. Nadie quiere ponerse en la comunidad de regantes, ninguno de los propietarios, y nos metieron una comisión gestora que, en fin...

-¿Pero por qué pasa esto?
No hay que ser muy listos para entenderlo: si estás ilegal y no permites a unas personas que sí lo están hacer una obra... Más claro el agua, nunca mejor dicho. Cuando hubo el revuelo vecinal, el Ayuntamiento encargó unos estudios hidrogeológicos de la zona y nos garantizaron que, con la concesión que tenían, no se acaba el agua. Porque hoy día estamos tirando mucha más agua que la que estos promotores tienen concedida, pero es que el agua es de Confederación, que nadie piense que es nuestra. Y el garante del agua es Confederación. [Lee el estudio] “El caudal solicitado por Aguas del Castro supone un impacto inapreciable en los recursos hídricos subterráneos”. Y el grupo de gente que se ha manifestado en contra, lo ha hecho sin aportar ningún tipo de documento ni nada, ... Hasta dijeron que era el Ayuntamiento el que autorizaba el sondeo, y ni lo más mínimo: eso es cosa de la Junta de Castilla y León. Es más: fuimos a Minas y dijeron que estaba todo en regla, y nos dieron toda la documentación. Fue una colaboración entre administraciones perfecta.

-¿Y qué cree que va a suceder?
-No lo sé. Como he dicho, es cosa de una empresa, de un promotor... Y estoy seguro de que los promotores defenderán sus intereses.

-Cambiando de tema, en 2016, cuando se perdieron los mil habitantes, eso generaría una importante caída de ingresos... ¿Se puede hacer algo para recuperar esa población? 
-Cuando bajamos de mil, la gente pensó que el mayor cambio era pasar de 9 a 7 concejales, pero eso fue lo de menos: los ingresos que nos manda el Estado son bastante menos; la participación en las subvenciones de la Diputación, que entramos en el grupo de 500 a mil... La gente que reside en las localidades pequeñas debe tener interés en empadronarse.

-No es optimista en este sentido, entiendo
-No, no... Es imposible. Hicimos una campaña de empadronamientos, que se empadronó gente a la que convencimos de que no iba a perder el médico en Bilbao o Madrid o donde fuera, pero no llegamos, porque siempre fallece más gente de la que nace, aunque también tenemos ayudas a la natalidad, pero no es suficiente. No es un problema de aquí, pasa en muchos pueblos.

En la calzada romana no había nada marcado ni catalogado por la Junta, que hasta hizo la concentracióN por encima. Sólo se aprovecho un momento político inculpando al Ayuntamiento y a mí

-Volviendo a otro tema polémico. Lo de la calzada romana. ¿Qué es lo que ha pasado y en qué situación se encuentra?
-Lo de la calzada romana es una obra que hizo la mancomunidad de la Valdería, que fue la regularización de un camino de 1.200 metros, donde no había nada marcado ni catalogado por la Junta de Castilla y León, que incluso hizo la concentración encima de la calzada romana. Por encima de esa calzada pasa la carretera de Vidriales, la autovía en Palacios de la Valduerna, ... Lo que pasa es que se aprovechó un momento político inculpando al ayuntamiento de Castrocalbón y a mi persona, cuando yo solo soy un vocal de la mancomunidad. Que nadie piense que esta calzada romana es como en Astorga: aquí no hay nada. Incluso hubo gente que se manifestó en contra que tenían en la calzada romana su quiñón y lo araron con subsoladores...

-Respecto a las competencias de otras administraciones, ¿qué es lo más urgente que demandan ahora mismo?
-Que la Junta de Castilla y León nos mejore las carreteras y los servicios, que no reduzca las líneas de bus, que nos ayuden con el mantenimiento del colegio. Y a la Diputación, que nos arregle la LE-7414 de una vez por todas.

-¿Un mensaje para terminar?
-Que somos un municipio abierto a todo el que quiera venir a invertir, y aquí estamos.

 

EN PRIMERA PERSONA

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Luis Cenador, delante de los cuadros de los pueblos que conforman Castrocalbón

-¿Su primer recuerdo de Castrocalbón? La felicidad absoluta. Estábamos más de 60 niños.

-Su rincón favorito de Castrocalbón. Todos...

-¿Lo mejor de Castrocalbón? La gente

-¿Y lo peor? No contrastar las cosas.

-Defina su pueblo con sólo tres palabras. Increíble, paz y vecindad.

-Su momento “tierra trágame” como alcalde. ¡Los que ha habido, madre mía! Cuando intentamos hacer la piscina fluvial, el 6 de agosto 2010, y nos la precintaron y nos la intentaron cerrar. Pero hay muchos más...

-Su momento estelar como alcalde. Haber cumplido todo lo que hemos dicho en los programas electorales: instalaciones deportivas, zonas de ocio que no tienen nada que envidiar a poblaciones superiores, una residencia de ancianos que tiene 41 abuelos y que muchos tachaban del sueño de un loco...

-Le gustaría que su paso por la alcaldía se recordase por... la honestidad.

-¿Su mayor virtud? Intentar escuchar y atender a todos los vecinos.

-¿Y su mayor defecto? Creer en algunas personas

-De pequeño quería ser... albañil, como mi padre.

-Una comida. Huevos fritos con patatas.

-Una película. “Atraco al Banco Central”, la última que vi en Netflix

-Un libro. “Manual de resistencia”, de Pedro Sánchez.

 

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