El histórico puente romano sobre el río Órbigo que une los municipios de Alija del Infantado y Coomonte, y que marca la frontera entre las provincias de León y Zamora, ha alcanzado tal estado de deterioro que se encuentra en riesgo de derrumbe.
No es una opinión, sino un hecho concluyente de la valoración realizada por el arquitecto técnico al que el Ayuntamiento de Alija del Infantado le encargó un informe hace ya casi un año, informe al que ha tenido acceso este periódico. "Se debe actuar con rapidez para que estas deficiencias no vayan a más y causen problemas o derrumbe del puente ante una fuerte crecida del agua del río", afirma el experto en la parte final del "Informe Técnico. Deficiencias en el puente 'La Vizana'".
De este documento tiene conocimiento la Junta de Castilla y León desde el pasado 15 de febrero, fecha de salida del envío que consta en el registro del Ayuntamiento de Alija del Infantado. El propio alcalde, José María Sánchez Córdoba, ha confirmado a este diario la falta de respuesta por parte de la Junta, casi un año después.
El autor del estudio técnico analiza en el mismo las deficiencias detectadas, que agrupa en dos grandes bloques, uno relativo a la parte arquitectónica y otra a la vegetación, y plantea soluciones para ambos.
Respecto a la primera parte, el arquitecto afirma que las pilastras del puente sufren un deterioro "por falta de piedras, debido a la erosión del agua del río Órbigo, sobre todo en las crecidas". Los agujeros en estas pilastras se ven a simple vista, como se puede apreciar en la imagen que encabeza esta noticia.
Pero, por si esto fuera poco, en el resto de la estructura, "últimamente se han detectado grietas entre la unión de los arcos y la sillería de piedra del propio puente", continúa el informe del experto.
El segundo bloque de deficiencias detectadas se refiere a la vegetación. "Tanto en las pilastras como en los márgenes del río próximos al puente se encuentran árboles y vegetación cuyas raíces provocan deterioro en la sillería de piedra del propio puente".
El abandono total del entorno del río, en el que el Ayuntamiento no tiene competencias para intervenir, ha hecho proliferar la vegetación hasta tal punto que, literalmente, algunos árboles tienen sus raíces metidas dentro de la piedra, como se puede apreciar claramente en esta imagen, tomada este mismo martes.
Por todo esto, el arquitecto técnico propone, por un lado, el refuerzo y rehabilitación del puente mediante sillería de piedra y, por otro, el desbroce y limpieza tanto del puente como de los márgenes del río próximos a esta construcción.
A las conclusiones citadas al comienzo de esta noticia, sobre la necesidad de actuar con rapidez ante el riesgo de derrumbe, el autor del informe añade que, en la actualidad, el uso del puente de La Vizana "debería ser exclusivamente peatonal".
El problema, como comenta el alcalde de Alija, es que los pivotes y la barrera que antes impedían el tráfico "los han quitado", y que no sólo pasan coches por encima del puente, sino incluso "vehículos pesados". José María Sánchez Córdoba alerta a todos los vecinos del pueblo del riesgo de circular sobre el puente: "Es que las pilastras están huecas por debajo y la estructura debilitadas", insiste.
"Si sigue así, una crecida del río puede llevárselo... Y no queremos lamentar una desgracia", advierte el regidor alixano, desesperado ante el silencio de la Junta de Castilla y León a su petición de ayuda.
En este sentido, el propio informe técnico avisa de que en las inmediaciones de La Vizana "se encuentra habilitada una zona de baño con gran afluencia de bañistas en verano".
Por último, el arquitecto añade que "cabe destacar el interés del Ayuntamiento de Alija del Infantado por conservar dicho puente".
Más allá del valor arquitectónico de esta construcción, el puente de La Vizana es un enclave con un pasado histórico muy importante. Y estos aspectos también son mencionados en el informe técnico, que lo califica de "lugar estratégico y encrucijada de caminos".
Con los romanos –recuerda el documento– fue "hito" en la Vía de la Plata; en el Medievo, formó parte del Camino Mozárabe de peregrinación e itinerario de postas montadas, "dando nombre a la Cañada Real de La Vizana", que se superpuso sobre la romana.
Debido a su valor estratégico, fue destruido por las tropas napoleónicas en 1809, y no se recostruyó hasta más de un siglo después, en 1918. Ahora, otro siglo más tarde, corre el riesgo de desaparecer, si las autoridades no actúan de inmediato.
Comentarios