El Colegio de Alija del Infantado está de enhorabuena, al haber alcanzado el nivel 4 avanzado en el certificado CoDiCe TIC, que reconoce su labor en la integración de las tecnologías de la información y comunicación en el día a día de este centro educativo.
El CRA ya había obtenido anteriormente el nivel 3, y ahora asciende un escalón más, demostrando que, desde el medio rural, también se puede sacar partido a las nuevas tecnologías.
La integración de las TIC en el colegio es evidente. En las aulas, disponen de pantalla digital en lugar del clásico encerado o pizarra, y se ha proporcionado a cada alumno un ordenador. Además, según explicó a este medio la directora del colegio, Beatriz Vega, gracias al reconocimiento anterior, se recibió un dinero de fondos europeos que se destinó a la compra de material de robótica para los estudiantes.
Otra de las actuaciones llevadas a cabo para conseguir “subir el nivel de competencia digital”, fue la mejora de la página web del colegio, gracias al trabajo desarrollado por la coordinadora TIC, la profesora Yolanda Prieto, a quien Vega atribuye todo el mérito. “Es una gran profesional en todo lo relacionado en nuevas tecnologías; si conseguimos todo esto es gracias a ella y a todo su conocimiento”, subrayó.
Para lograr esta certificación no basta con realizar determinadas acciones, sino que hay que superar una auditoría que acredite que, efectivamente, se cumple con determinados estándares.
Las competencias digitales del centro son transversales, es decir, no se refieren únicamente a alumnos o a profesores, sino a todos: tanto estudiantes como al personal docente. De hecho, “cada profesor tenemos nuestro propio registro de competencia digital –explica la directora– y tenemos varios cursos al respecto, dentro de un plan de formación de los centros”.
Beatriz Vega reivindica, no obstante, la compatibilidad del libro “de papel” con el material digital proporcionado por las propias editoriales como algo complementario, para que, como en la vida misma, lo digital y lo analógico compartan espacio.
Otro aspecto destacado a nivel formativo es que, más allá de los cursos sobre robótica o programación, como algunos de los impartidos a los escolares este año, también les han ofrecido charlas por parte de profesionales en materia de seguridad informática, sobre los peligros de estas nuevas tecnologías, para que aprendan a reconocer fraudes en la red o problemas tan graves y actuales como el cyberacoso o el cyberbulling.
Lo que está claro es que, en Alija del Infantado, se rompe el estereotipo de escuela rural alejada de la nueva realidad tecnológica, para integrar como nadie ambos mundos y que los niños salgan del colegio con las herramientas necesarias para afrontar una sociedad cada vez más “virtual” y globalizada pero, al mismo tiempo, sin perder las raíces que les unen a su tierra y a su pasado.
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