Entrevistar a María José Fuente es complicado. No porque sea inaccesible, sino justamente por todo lo contrario: los vecinos acuden a ella para todo. Y ella, lejos de quejarse, está encantada de trabajar por hacerles la vida más fácil. Ahora ya tiene tablas. Las cosas han cambiado desde que entró en el Ayuntamiento de Santa María de la Vega, hace ya cuatro legislaturas, allá por el año 2011, como independiente. Luego, repitió bajo las siglas del PP, y hasta ahora, pero siempre con las mismas ideas claras. Y rompiendo las normas no escritas, porque presume –y no es para menos– de no tener oposición: todos, incluidos los de otros partidos, pasan a formar parte del equipo de gobierno. Será, sin duda, una de las claves del éxito: lograr que todos a una remen en una misma dirección.
- ¿Qué balance haría de todos estos años en la Alcaldía?
- Yo tengo una máxima: que cualquier alcalde de un pueblo pequeño, por muchas obras que haga, si cuando se va no deja al pueblo más unido que cuando llegó, no ha hecho nada. En mi forma de ser, en mi ADN, lo primero son siempre las personas, y luego todo lo demás. Y creo que eso lo estamos consiguiendo. Tenemos la suerte de que este no es un pueblo conflictivo, es muy respetuoso con las opiniones. Y es que cuando pones a las personas por encima de los colores políticos, la gente lo entiende. Al principio costó más que confiaran, pero una vez que tienes el bagaje de los años anteriores, ya no hace falta tanta propaganda: la mejor propaganda son los hechos, es poner los intereses del municipio por delante de unas siglas. Porque en Madrid se hace política de grandes temas, pero en un municipio no. Aquí todos coincidimos: lo que queremos es facilitar la vida a la gente, hacerla un poco más feliz. Da igual tu ideología; cualquier alcalde de cualquier pequeño municipio tiene los mismos objetivos: mejorar los servicios, las infraestructuras, el agua, la luz, el pavimento… Y facilitarle la vida a los pocos —y cada vez menos— agricultores que quedan.
"Cualquier alcalde de un pueblo pequeño, por muchas obras que haga, si al irse no deja al pueblo más unido que cuando llegó, no ha hecho nada"
-Hablando de servicios básicos, ahora llevan ya un tiempo renovando las redes de abastecimiento y el asfaltado…
-Es que nuestra red de abastecimiento es de la primera legislatura de la democracia. Entonces teníamos averías continuas y se nos iba mucho dinero en reparaciones y sus daños colaterales, porque mientras se arreglaba una avería el alguacil no hace otra cosa… Y además, las bombas funcionando todo el día por culpa de la avería, cuando andamos pregonando que se haga un uso sostenible del agua, no puede ser. Durante la pandemia nos dimos cuenta de que necesitábamos más control del cloro, sobre todo en invierno, cuando el agua se mueve menos en el depósito. Con fondos de la Diputación renovamos la caseta y pusimos dos bombas a la salida del agua para controlar el pH y el cloro. Eso me dio una tranquilidad enorme, al saber que el agua está tratada en el momento que la recibes en casa y no dura tiempo en el depósito. Ahora nos quedan dos tramos por renovar: uno lo haremos con el programa de redes y el otro con planes del 26. También de saneamiento hicimos mejoras en el barrio de abajo, y el nuevo recolector ha evitado las inundaciones que sufríamos antes.
-Y ahora les queda el barrio de arriba
-Nos queda el saneamiento del barrio de arriba pero creo que los ingenieros nos quitaron la idea de momento porque, simplemente por altura, el agua viene para abajo y no hay problema de saneamiento.
-Y luego el asfaltado, que también están con obras…
-Es que con el cambio de abastecimiento se ha deteriorado muchas calles. Algunas están mejor y otras peor, como la carretera, que la arreglaremos ahora con planes provinciales.
-Este tipo de obras del día a día quizás son menos vistosas pero más importantes, ¿no?
-Claro… Yo siempre digo que en realidad en lo que más trabajamos y más hincapié hacemos es en aquellas cosas que no se ven: el trabajo del día a día. Al llegar saneamos muchísimo el ayuntamiento: pagábamos seguros que no sabíamos de qué eran, suscripciones que ni llegaban, mantenimientos inútiles… Hubo mucho trabajo en revisar domiciliaciones y gastos. Además, tenemos la suerte de contar con una secretaria implicada que facilita todo. Y es muy cómodo trabajar así. Porque el ayuntamiento somos todos, y remamos en la misma dirección.
-Y aparte de esto que hablamos del día a día, ¿me puede adelantar algún proyecto futuro?
- El camino a Coomonte, que nadie creía que se pudiera hacer, fue un logro. A partir de aquel momento nos pusimos con los de Maire y Fresno. Siempre nos quedamos a las puertas, pero ahora los tres alcaldes estamos en conversaciones con la Junta y la Diputación. Y ocurre que el presidente de ésta, Javier Faúndez –a quien quiero poner en valor todo lo que está haciendo–, como alcalde que es, conoce nuestros problemas y está intentando subsanar estos temas que nos afectan a todos, como las infraestructuras, que son lo primero si queremos luchar contra la despoblación. Y te puedo adelantar que está en sus preocupaciones arreglarnos estos caminos de lo que era el antiguo IDYRA: el triángulo Santa María, Maire y Fresno. Porque no podemos pedir que la gente se quede a vivir aquí si para llegar a la Nacional VI tiene que dar un rodeo enorme por Alija cuando tengo La Vizana-Maire; tú no puedes decirle al trabajador de la cooperativa Santa María de la Vega que vive en Vecilla que venga por Morales, porque por la carretera de Fresno no se puede pasar. ¿Eso es asentar población? Seamos un poco consecuentes…
"Soy una férrea defensora de las diputaciones. Quienes dicen que deben desaparecer, no conocen el medio rural"
-Estamos hablando de planes provinciales, de la Junta, … ¿Cree que las ayudas son suficientes para cubrir las necesidades reales de un pueblo de este tamaño?
-Nadie te va a decir que son suficientes. Siempre queremos más cosas: bancos más bonitos, un centro para mayores en invierno y otro para verano, más instalaciones deportivas… Pero yo creo que el problema no son las ayudas. Las ayudas llegan y hay múltiples y diversas subvenciones a lo largo del año, sobre todo de la Diputación, organismo del que soy una férrea defensora. Quien dice que deben desaparecer, no conoce el medio rural. Sin ellas, un municipio pequeño estaría muerto. Son cercanas, entienden nuestras necesidades y te ayudan a gestionar con otras administraciones. Y hay que recordar que las Diputaciones nacieron para el desarrollo y mantenimiento del medio rural.
-Cambiando de tema. Este año se cumple un siglo de la fundación del pueblo, la unión de Redelga y Verdenosa en 1925. ¿Cómo vais a celebrarlo?
- Tenemos una comisión de vecinos organizando todo para septiembre. En el 90 aniversario ya hicimos algo importante, que fue poner en valor a nuestros mayores, y entregamos unas placas a los nonagenarios, algo que seguimos haciendo cada año.
-¿Y la gente sigue hablando aún de Redelga y Verdenosa?
-Sí, sí. En el equipo de gobierno hoy no hay nadie que lo mire como Redelga o Verdenosa: es Santa María de la Vega. Pero hay gente mayor que sí lo hace. A mí no me importa cómo le llamen. Lo que sí me ofende es que cuando vas a hacer según qué obra, por ejemplo ahora con el centro cívico, que te reprochen que está en Redelga… Pero a ver, es que no hay rivalidad: nosotros subimos a la iglesia a lo que era Verdenosa y… Todo es Santa María de la Vega.
-Bueno, pero entonces ya hay un sentimiento de pertenencia a Santa María…
-Claro, claro. Totalmente. Y vamos: no creo que haya nadie por muy mayor que sea que no te diga que es de Santa María de la Vega.
"Cumplimos cien años y aún hay quien habla de Redelga y Verdenosa. eso no me ofende, pero los reproches sí. Porque no hay rivalidad: todo es santa maría de la vega"
-¿Y no nos puede adelantar nada de esa gran fiesta del centenario?
-Va a haber eventos para todas las edades y te puedo anticipar que va a ser a lo largo de una semana entera.
-Hablemos de economía. Es una maravilla venir a este pueblo y encontrarte tractores trabajando, tractores por los caminos, tractores dentro del pueblo…
-Es que es una vega muy rica
-Ahora mismo con la situación internacional de la agricultura: la amenaza del Mercosur, los cambios de opinión de Trump, la crisis del cereal…
-Es que estamos es una sociedad global y todo afecta a todos… Lo del aleteo de la mariposa
-¿Y cómo afecta todo esto al agricultor de Santa María?
-Pues bien enfocado le beneficia. Y me explico. La PAC obliga a rotar cultivos y eso nos favorece. Yo creo en una agricultura sostenible. Y los agricultores tienen que concienciarse de que hablar de sostenibilidad es hablar de productividad. No puedes machacar la tierra porque es tu medio de vida. Y digo que esto va a beneficiar porque las ayudas se van a mantener en el tiempo según lo que se oye desde Bruselas y, segundo, porque a los cultivos que trabajamos nosotros nos favorece: tubérculos, legumbres,… Y espero que de cara a un futuro otras como quinoa y demás.
-Y la modernización del riego, ¿en qué punto está?
-El proyecto de modernización del riego partió del Ayuntamiento, con reuniones entre alcaldes de los pueblos río Eria arriba, preocupados por las numerosas multas de Confederación por el uso del agua, que están sangrando mucho a los agricultores. Ante eso, y la necesidad de optimizar el uso del agua, mediante el riego por aspersión, que consume mucha menos cantidad que por inundación, visitamos otras zonas con superficie similar a la nuestra, en Palencia y Burgos, donde lo están solucionando con balsas. Se valoraron los litros que podríamos sacar del río en invierno y los que se necesitaban para regar y salían las cuentas. Así que hablamos con la Junta, que hará la obra civil, y con Confederación, que dará el agua. El proyecto consiste en construir unas balsas laterales al río, subiéndolo a las zonas altas con energías renovables, y en verano, por diferencia de altura, ya bajaría –canalizando todo con tubos– a cada riego. Entrarían pueblos como San Esteban, Alcubilla, Arrabalde, Villaferrueña, Coomonte, Maire, Fresno, Vecilla, Morales y Santa María. Aunque hubiera reticencias, creo que primará el sentido común. Y además, la declararán de interés público. ¿Qué ocurre? Que, durante la espera, y con la iniciativa de un grupo de agricultores de Fresno, hace que se agilice una CUA [comunidad de usuarios de agua], pero eso no implica aparcar el proyecto; al revés: una cosa va después de otra.
"Tengo claro que la superviviencia de nuestra vega pasa por la modernización del riego"
-¿Y más o menos cuándo podría empezar las obras de las balsas?
-Depende de cuándo se haga la concentración parcelaria, que hay que hacerla antes. Lo que sí tengo claro es que la superviviencia de nuestra vega pasa por la modernización del riego.
-Aparte de la agricultura, a nivel económico, hay bastante servicios, ¿no?
-Tenemos dos ultramarinos, panadería, sucursal de banco, hay bares… Estamos encantados por todos los reconocimientos que le han dado a la panadería de Teodoro, El Molino, pues nos llena de orgullo. Tenemos también la cooperativa, que es un foco de unión y vertebrador de los agricultores de la zona. Hay una fábrica de aluminio. También ganadería, sobre todo caprino y algo de lanar…
-¿Qué echa de menos?
-Pues otros servicios como una peluquería, que estamos ahora en ello, porque la tuvimos… Y echo de menos muchas cosas que debemos poner en valor. Por ejemplo, tenemos unas bodegas maravillosas de nuestros antepasados, y que es un patrimonio del Ayuntamiento, y no queremos que se abandonen. Tuvimos un proyecto que se cayó pero que espero poder hacer este año con el plan ELTUR: hacer una bodega museo, pensada sobre todo para las generaciones más jóvenes, que no saben cómo se pisaba en el lagar la uva, qué era la presa, cómo se movía, cómo eran las cubas… Y hacer un circuito cerrado de vídeo, con imágenes y vídeos que hemos recopilado, con el funcionamiento de una bodega desde que llega la uva. Y ese museo vamos a abrirlo a todo el mundo. Y en un futuro nos gustaría que fuera un lugar donde se pudieran hacer eventos también de gente externa al pueblo.
"No puedes competir con una capital donde la solución a un infarto de miocardio está a diez minutos"
-Cambiando de tema... Santa María lleva ahí unos años manteniéndose en torno a los 290 habitantes, pero parece imposible recuperar población.
- Quien crea que la despoblación del medio rural es reversible, no conoce el medio rural. Los servicios que se ofrecen en una ciudad son imposibles aquí. No sé cuál es la deriva… Ahora, nos conformamos con mantenernos. Yo claro que animo a los que están 6-8 meses aquí a que se empadronen, pero los entiendo: tú estás a una hora de la solución de un infarto de miocardio: en la capital estás a cinco o diez minutos. Intentamos que el pueblo sea atractivo, con actividades todo el año. Pero no podemos competir con la oferta educativa o social de una ciudad. Y si traes una empresa que genere veinte empleos, es gente que vendrá aquí a trabajar, pero irá a dormir a Benavente, donde sus hijos van a un colegio donde tienen violín, inglés… y socializan en cumpleaños con 20 niños. ¿Cómo compites con eso? No puedes. Los que estamos aquí, estamos aquí por amor al pueblo.
-En este contexto, ¿cómo ve el futuro de Santa María de la Vega?
-Yo soy optimista. Los que amamos este pueblo tan incondicionalmente seguiremos trabajando por él. Y dentro de 50 años, habrá otra gente que lo sienta igual. Será más étnico, más multicultural, pero seguirá siendo Santa María de la Vega.
-¿Su primer recuerdo de Santa María de la Vega? Mi madre con mi hermano en brazos…
-¿Su rincón favorito del pueblo? La isla del molino
-Lo mejor de Santa María de la Vega. Su gente
-¿Y lo peor? No ponernos muchas veces en la piel del otro
-Defina su pueblo con sólo tres palabras. Motivación, alegría e insomnio
-Su momento "tierra trágame"como alcaldesa. Estando con un alto cargo de la administración dije que mi pueblo teníamos 170 km2 cuadrados en vez de 17… ¡Qué vergüenza!
-Su momento "estelar" como alcaldesa. Cuando la gente, en las primeras elecciones, la gente me vitoreaba y se alegró de que ganáramos nosotros.
-Le gustaría que su paso por la alcaldía se recordase por... Por haber trabajado lo indecible en aras a la convivencia de todos
-Su mayor virtud. La constancia
-Su mayor defecto. La impaciencia
-De pequeña quería ser... Siempre quise ser periodista
-Una comida. Sopas de ajo
-Una película. “Tierras de penumbra”
-¿Y un libro? “El Principito”
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