En los pueblos pequeños, donde la edad media de la población es cada vez mayor y el transporte escaso, acceder a los servicios sociales puede convertirse en un desafío. En Alija del Infantado, la llegada de una trabajadora social ha supuesto un cambio significativo, acercando la atención y los recursos a quienes más los necesitan.
La dificultad para desplazarse hasta La Bañeza fue el principal motivo que llevó al Ayuntamiento de Alija del Infantado a buscar una solución. La respuesta llegó de la mano del Centro de Acción Social (CEAS) de La Bañeza y la Diputación de León, que no dudaron en poner en marcha una iniciativa clave: desde el pasado 21 de enero, la trabajadora social Leticia Alfaro atiende a los vecinos en el Ayuntamiento los primeros y terceros martes de cada mes.
"Lo que más hay en los pueblos son personas mayores, y el tema del transporte está complicado, con un solo autobús al día", explica Alfaro. Esta limitación hacía que muchas personas no pudieran acceder a servicios esenciales, como la ayuda a domicilio o la valoración de situaciones de dependencia. Además, la falta de recursos y la escasez de información hacían que muchos vecinos desconocieran las ayudas y programas disponibles para ellos.
En los pocos meses que lleva en Alija, la experiencia de Leticia ha sido más que positiva. Destaca la buena acogida de los vecinos y el esfuerzo de la Diputación por acercar estos servicios al medio rural. Las consultas más habituales que recibe están relacionadas con la dependencia, algo lógico dada la elevada edad de la población.
"Muchas personas necesitan información sobre la ayuda a domicilio, porque tienen dificultades en su autonomía y desean permanecer en sus hogares", comenta. También son frecuentes las preguntas sobre residencias y centros de día, así como sobre teleasistencia, un recurso cada vez más solicitado por personas mayores que temen caídas o emergencias en casa. La posibilidad de contar con un botón de emergencia les proporciona tranquilidad, especialmente en aquellos hogares donde los ancianos viven solos.
Más allá de la dependencia, el servicio que ofrece Leticia Alfaro abarca muchas otras áreas. Desde la consulta habilitada en Alija, el CEAS de La Bañeza presta atención a víctimas de violencia de género, menores en situación de riesgo y cualquier persona en situación de vulnerabilidad. "Si detectamos un caso, podemos actuar de oficio", subraya.
Además, explica que en el CEAS cuentan con "equipos específicos de promoción de la autonomía personal, equipos de inclusión social para personas en riesgo de exclusión, y equipos de intervención familiar".
De hecho, una de las labores fundamentales de los servicios sociales es la prevención. Leticia Alfaro subraya la importancia de detectar a tiempo casos de desamparo o maltrato, tanto en personas mayores como en menores. "Es fundamental que los vecinos sepan que pueden contar con nosotros", afirma.
El acceso a ayudas económicas y prestaciones también es una de las funciones clave de los servicios sociales. Muchas familias desconocen que pueden solicitar apoyo para cubrir necesidades básicas como la alimentación o el pago de suministros. En estos casos, la trabajadora social les informa sobre los requisitos y les asesora en la tramitación.
A veces, las consultas que recibe la trabajadora social exceden sus competencias, como dudas sobre pensiones no contributivas, pero siempre puede orientar y derivar a la persona al organismo correspondiente. "Somos la puerta de acceso a los servicios sociales", insiste Alfaro, animando a los vecinos no sólo de Alija, sino también de sus otros pueblos, La Nora y Navianos, a solicitar cita en caso de cualquier duda.
Para garantizar una atención eficaz, es imprescindible pedir cita previa llamando al 987 65 61 25, ya que la atención presencial en el municipio solo está disponible dos días al mes. Aun así, la iniciativa ya está marcando la diferencia, demostrando que, con voluntad y coordinación, es posible llevar la ayuda donde realmente se necesita. Este modelo de atención descentralizada podría replicarse en otros municipios con características similares, contribuyendo a reducir la brecha entre el medio rural y el acceso a los servicios sociales.
Los vecinos de Alija han encontrado en Leticia Alfaro un apoyo cercano y accesible, y muchos coinciden en que la iniciativa ha sido todo un acierto, adaptando los servicios sociales a la realidad del medio rural, donde la distancia no debería ser un obstáculo para recibir la ayuda necesaria.
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